A propósito de la anunciada gira del presidente Barack Obama, el canciller Héctor Timerman subrayó ayer que así como hay coincidencias Argentina también mantiene “diferencias muy grandes con los Estados Unidos” y que más que amistades Washington “tiene intereses”. Por ejemplo, contó que el gobierno argentino les ha dicho a funcionarios norteamericanos “que no queremos comprar armas, que no queremos firmar tratados de seguridad ni de libre comercio”.

La Casa Blanca anunció que Obama realizará en marzo su primera gira por América latina con tres escalas: El Salvador, en Centroamérica, y Brasil y Chile, en América del Sur. El presidente norteamericano no visitará entonces Argentina pero desde el Departamento de Estado diferentes voceros ya salieron a aclarar que eso no quería decir que no consideraran importante el vínculo con el país.

“Es una relación fluida. Estamos hablando de una potencia mundial hegemónica. La Argentina tiene coincidencias y diferencias muy grandes con Estados Unidos, especialmente en temas regionales y el análisis no puede basarse en si viene Obama o no”, explicó ayer Timerman. En esa dirección, el canciller reveló que “el gobierno de la Argentina les ha dicho a funcionarios de Estados Unidos que no queremos comprar armas, que no queremos firmar tratados de seguridad ni de libre comercio. Esos tres temas son inamovibles mientras esté el gobierno de Cristina Kirchner. Sobre esos temas no dialogamos, sobre el resto sí, porque transar por esos temas es pagar el costo de un café demasiado alto”, enfatizó.

El canciller comentó también que, “hace pocos días, un senador norteamericano se reunía con (la presidenta de Brasil) Dilma Rousseff para tratar de venderle armas. Argentina no va a comprar armas, no va firmar acuerdos en temas de defensa, no va a permitir la intromisión”, insistió.

En ese marco, Timerman señaló que Estados Unidos “ha planteado la necesidad de usar las Fuerzas Armadas para conflictos internos, lo cual está prohibido por la Constitución”. Aunque, por otra parte, destacó el rol de Estados Unidos en la negociación con el Club de París, donde “ha tenido una actitud muy buena con la Argentina, hay que ser honestos”.