EL PAíS › PRIMERAS PISTAS SOBRE EL ASESINATO DEL TESORERO DEL SINDICATO DE OBREROS DE MAESTRANZA, ROBERTO RODRíGUEZ
Entre las principales hipótesis del caso figuran la interna gremial y un conflicto familiar. “Dejen, no hagan nada”, les dijo Rodríguez a quienes lo acompañaban en el club cuando entraron las personas que luego lo habrían matado.
› Por Raúl Kollmann
Luego de que la Justicia recibiera las primeras declaraciones y se analizaran los informes recabados por la policía, los investigadores del asesinato del dirigente del gremio de Maestranza, Roberto Roger Rodríguez, abrieron dos líneas principales en la pesquisa. La primera de ellas, basada en dichos del entorno de la víctima, apunta a una interna dentro del sindicato. La segunda se vincula con un conflicto familiar relacionado con el ex novio de una de las hijas de Rodríguez que está preso en Devoto. Algunas personas cercanas al asesinado hicieron trascender y declararon ante la Justicia que el gremialista estaba a punto de presentar su propia lista en el Sindicato de Obreros de la Maestranza (SOM), enfrentando al actual titular Oscar Rojas, “Rojitas”. El proceso electoral en el SOM –alineado con la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo– se pone en marcha en febrero y los comicios están programados para mayo. Según contaron en tribunales, éste es, para quienes rodeaban a Rodríguez, el móvil más probable del asesinato. Sin embargo, el gremio no tiene antecedentes de violencia y tampoco se trata de una organización de gran envergadura.
Los investigadores judiciales también apuntaron en el expediente una versión sobre un problema familiar. Según esta hipótesis, el novio de una hija de Rodríguez, con problemas penales, habría extorsionado a la joven y a su padre. Y la respuesta de éste fue que un grupo de gremialistas le propinaran una paliza. El homicidio sería la venganza final. Pero la realidad es que el ex novio de la chica está preso en la cárcel de Devoto desde hace un año y medio por un robo a mano armada y recién sale dentro de aproximadamente 45 días.
Por lo que trascendió ayer en Tribunales, el juez de instrucción penal de la Capital Federal, Javier Ríos, se declararía incompetente, por cuanto el hecho más grave y final ocurrió en San Miguel, provincia de Buenos Aires. El fiscal Raúl Cavallini tendrá que ver si acepta o rechaza ese criterio y todo indica que la cuestión será resuelta por la Cámara del Crimen.
La autopsia que se realizó en la Morgue porteña confirmó que Rodríguez fue asesinado de un solo disparo y que le dieron una golpiza previa. El dato es llamativo, ya que entre el secuestro en el Fénix Club de Devoto y el tiro que escucharon cuatro testigos en San Miguel sólo pasó una hora y diez minutos. Además, hay otro dato hasta ahora desconocido: dos sujetos entraron al club, preguntaron por el dueño de la camioneta Honda estacionada casi en la puerta y cuando Rodríguez dijo que era suya, extrajeron un arma y le dijeron que debía acompañarlos. “Dejen, dejen, no hagan nada, tranquilos”, les dijo Rodríguez a quienes estaban con él y se ofrecieron a escoltarlo.
Un testigo que pasó minutos después por las inmediaciones del club y que conocía al gremialista, declaró en la Justicia que lo vio sentado en la camioneta, del lado del acompañante, conversando con quien estaba al volante. Es decir que hubo una especie de negociación frente al club. Después de eso, al tesorero del SOM y titular de la Obra Social se lo llevaron en un Peugeot 307, hasta el lugar donde le pegaron el tiro.
Los allegados a Rodríguez sostuvieron en la Justicia que el homicidio podría tener que ver con una interna gremial desatada alrededor de las próximas elecciones en el SOM. El proceso empieza en febrero y esta vez Rodríguez pensaba encabezar una lista sin el actual secretario general del gremio, Oscar Rojas. Según esta hipótesis, el asesinado tenía todas las de ganar, con lo que se iba a quedar al frente tanto del sindicato como de la obra social.
Lo que no encaja en esta hipótesis es que, por un lado, el SOM no tiene antecedentes de violencia y, por el otro, se trata de un gremio más bien chico, en el que los aportes tampoco son demasiado voluminosos porque el personal de maestranza gana sueldos bajos. Otros investigadores razonan que aun así Rodríguez contaba con una camioneta de 40.000 dólares, tenía una casa en Flores y una quinta en Ezeiza. Rodríguez era dirigente sindical desde hace sólo ocho años: asumió en 2003.
La historia sobre el ex novio de la hija de Rodríguez apareció también a raíz de declaraciones en la Justicia. El jueves trascendió que se trataba de un pai umbanda que sería ex presidiario. Esto fue desmentido por las primeras investigaciones del fiscal y la División Homicidios de la Policía Federal. El ex novio está preso en Devoto por una causa en la que fue detenido por un robo a mano armada. Está detenido desde 2009 y saldría en libertad en marzo. Por otra parte, no aparecen visitas sospechosas al penal: fueron únicamente sus familiares.
La versión indica que el ex novio extorsionaba a la hija de Rodríguez y al propio dirigente gremial. Por ese motivo, éste habría enviado un grupo a darle un escarmiento y el asesinato sería la respuesta. Tampoco en este caso las piezas parecen encajar del todo. La primera pregunta obvia es cuándo le pegaron la paliza al ex novio si está preso desde hace un año y medio. Además, no se trata de un sujeto que pudiera tener vínculos tan pesados como para armar una operación en la que participaron dos o tres hombres que sacaron a Rodríguez de un club, se arriesgaron a trasladarlo al Gran Buenos Aires, le dieron una paliza y le terminaron pegando un tiro en la sien.
Por el momento no hay elementos incorporados al expediente vinculado con la causa de los medicamentos. La obra social de Maestranza fue allanada en el marco de la investigación que realiza Norberto Oyarbide por el cobro de tratamientos inexistentes y el uso de troqueles falsos. Rodríguez era el titular de la obra social de manera que, en todo caso, sería el principal afectado por aquel expediente y no una persona que pudiera hacer revelaciones que afectarían a otros.
También hay líneas de investigación más tradicionales. Se estudia, por ejemplo, si la víctima tenía alguna relación sentimental poco conocida y si alguien le reclamaba dinero por algún motivo. Sobre estas cuestiones sólo hay rumores, ninguna evidencia.
Por lo que trascendió ayer en tribunales, el juez Ríos se declararía incompetente, siguiendo los fundamentos de la Corte Suprema en el caso del triple crimen de General Rodríguez. Cuando se investigó el asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, la causa primero la investigó la fiscal porteña Ana María Yacobucci. Se comprobó luego que Forza, Ferrón y Bina fueron asesinados en General Rodríguez. La Corte sostuvo que cuando hay un raid delictivo, la causa la debe instruir el departamento judicial donde se producen los hechos finales y más graves. En el caso del gremialista, el desenlace se produjo en San Miguel. Habrá que ver qué dice el fiscal bonaerense al que le tocaría la investigación.
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