Albañiles de la Uocra y de Sitraic, sindicato escindido del primero, se enfrentaron a los golpes, con palos y piedras, en una obra en construcción de Lomas de Zamora. La pelea dejó tres heridos. Se originó a raíz de que el Sitraic fue al lugar donde están contratados afiliados a la Uocra a hacer una manifestación en reclamo de puestos de trabajo. No es la primera vez que los dos gremios chocan violentamente en el sur del conurbano.

El enfrentamiento ocurrió en un predio en el que se construye un hipermercado. Dirigentes de los dos sectores cruzaron acusaciones sobre cómo empezó. Según Ricardo Caamaño, vocero de la Uocra, “adentro de la obra había entre 15 y 20 trabajadores cuando aparecieron cuatro micros cargados de personas que ingresaron por la fuerza y los agredieron”. La versión de la Uocra es que los del otro bando quisieron forzar el portón de entrada y ahí se produjeron los incidentes.

En cambio, desde el Sitraic, Víctor Grossi aseguró que ellos fueron los atacados “a ladrillazos” por “una patota de la Uocra” que salió del interior de la obra mientras se manifestaban “junto a otras organizaciones sociales en reclamo de que se respete la ordenanza que exige que las empresas deben contratar un 80 por ciento de trabajadores de la zona”.

El sindicalista acusó a Gerardo Martínez, secretario general de la Uocra, de lo sucedido. “Lo hacemos responsable por la violencia y por la acción de la patota.”

Grossi lidera un sector que se fue de la Uocra el año pasado y que le está disputando afiliados a Martínez en el corredor que va de Lomas de Zamora a Quilmes y Florencio Varela. Los dos bandos vienen enfrentándose incluso con armas.

En diciembre de 2009, en un choque que ocurrió también en Lomas de Zamora, hubo balazos y cinco heridos, uno de ellos un obrero de la Uocra que quedó paralítico. Por los incidentes fueron detenidos dos militantes del Sitraic. El año anterior, el Sitraic había acusado a la Uocra de mandar matar a uno de sus integrantes, Julio Barrera, a quien tres desconocidos interceptaron y asesinaron tres días antes de la fecha en que estaba citado a declarar por la Justicia sobre otros episodios de violencia sindical.