En la gestión PRO se defienden de las acusaciones opositoras: sostienen que la colocación de bonos no requiere licitación y está por fuera de la ley de compras de la ciudad, por lo que estaban habilitados a hacer una contratación directa. También aseguran que la dupla Credit Suisse-KBR hicieron la mejor oferta. Habían hecho un compromiso de aportar 130 millones de dólares, aunque en el pliego dicen específicamente que no garantizaban la colocación de los bonos. Por último, argumentan que la decisión de colocar parte del dinero en un plazo fijo del Banco Ciudad era porque era precancelable, por si necesitaban la plata rápido. En los hechos, el dinero no se usó.