A una semana del comienzo de las clases los principales sindicatos docentes de la Ciudad de Buenos Aires se declararon en estado de “alerta y movilización” y no descartaron medidas de fuerza luego de que se estancaran las negociaciones salariales con las autoridades del Ministerio de Educación. Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) –sindicato de base de Ctera– dijo que en el último acercamiento el Ejecutivo porteño había propuesto un incremento de 17 por ciento para el mes de marzo, luego treparía al 27 por ciento en julio y finalmente ascendería al 29,9 por ciento en septiembre. Tanto la UTE como la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys) rechazaron la propuesta por considerarla “insuficiente y ridícula”. López aseguró que “las clases no comenzarán” si se mantiene “la oferta de un piso salarial de 2200 pesos” y la “falta de finalización de las obras de las escuelas normales”. López adelantó que el cuarto intermedio pasó para hoy. El ministro Esteban Bullrich dijo, en cambio, que la negociación se reanudará cuando la Nación fije el piso salarial. Desde el Palacio Sarmiento trascendió que hoy se convocaría a los cinco gremios nacionales para presentarles una nueva propuesta.

“El jefe de Gobierno (Mauricio Macri) ofrece aumentos salariales más bajos que los propuestos en Córdoba o Santa Fe, dos provincias que son menos ricas que Buenos Aires”, dijo el titular de UTE. A poco de retomar la paritaria salarial con los 17 sindicatos de la Ciudad y el ministro de Educación porteño, López remarcó que la oferta del gobierno de la Ciudad “es la más baja del país”, a la que comparó con el aumento otorgado por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, que calificó de “salariazo” del 33 por ciento. También mencionó a los maestros y mandatarios de Neuquén y Tierra del Fuego, que no están alineados con el gobierno nacional pero cerraron sus acuerdos. “Cuesta mucho discutir con funcionarios que sólo se acuerdan de la educación en épocas de elecciones”, volvió a disparar, lanzando un tiro por elevación a la gestión PRO.

La pulseada entre los docentes y la gestión macrista se tensó una vez más después del paro que los maestros realizaron en agosto, con alto acatamiento, para reclamar la reapertura de la negociación salarial. Esta vez, los sindicatos docentes pretenden que el primer tramo del pago sea mayor al anunciado y no se encuentre tan alejado de la segunda cuota. Los 17 sindicatos docentes de la Ciudad coinciden en que es necesario un incremento del 30 por ciento, lo que posibilitaría llevar el sueldo de un maestro que recién se inicia en la actividad de 1900 a 2500 pesos como piso salarial para este año. Esta puja es seguida de cerca por otros gremios, que buscan saber cuál será el resultado de la paritaria docente para comenzar a negociar.

Por su parte, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, sostuvo: “Seguiremos trabajando para resolver el conflicto”, y advirtió que se llamó a un cuarto intermedio “hasta que Nación defina el piso salarial mínimo del maestro”. La negociación entre el ministro y los sindicatos porteños comenzó por la mañana y se extendió durante toda la tarde de ayer. Mientras supeditó el avance de las paritarias en la Ciudad a un acuerdo nacional con los gremios sobre la pauta salarial para 2011, Bullrich devolvió gentilezas, al término de la reunión, y señaló que algunos sindicalistas “tienen una pertenencia política clara” que “estuvo reflejada en las actitudes de la mesa salarial del sábado”, dando a entender que el conflicto por aumento salarial había alcanzado cierta politización.

Por último, un comunicado difundido desde el Sindicato de Educadores de Buenos Aires (Sedeba) advirtió que “se rechaza la oferta de Educación por considerarla insuficiente”. En este sentido, la secretaria general de ese sindicato, Ada Leirós, instó al gobierno “a rectificar la política salarial” y formular “una propuesta superadora” que posibilite “la efectiva recuperación del salario docente”. Y agregó: “No es posible que condicionen el inicio del ciclo lectivo con una propuesta salarial que se concretará recién en septiembre; los docentes nos merecemos mayor consideración”.

Mientras el gremio encabezado por López realizará una asamblea el próximo jueves para discutir si sus afiliados marchan a un paro en el inicio de las clases, Ademys, que ya anticipó un paro de 48 horas para el lunes y martes, organizará una asamblea mañana para debatir cómo continuarán negociando.