Los 34 grados de sensación térmica no se sienten en el hall del Sheraton. Pero el aire acondicionado no puede con el calor que Adolfo Rodríguez Saá le pone a cada palabra. Habla mirando firme a los ojos, moviendo sus manos como aspas. A veces sube el tono de voz, otras lo modera, y hasta se anima a susurrar... pero en ningún momento se calla. Así, prácticamente sin pausa, dispara contra el establishment y sus competidores de la interna del PJ; enarbola la bandera de la “soberanía nacional” y cuestiona todas y cada una de las acciones de Eduardo Duhalde, su mujer Chiche y el ministro Roberto Lavagna.
–¿Por qué cree que Chiche desistió de acompañar a Solá?
–No conozco el interior del pensamiento de los Duhalde. Creo que están jugando muy fuerte para ver cómo conservan una cuota de poder y no encuentran la manera. Solá no les garantiza el triunfo. El duhaldismo no advierte que el pueblo está vibrando en otro sentido.
–¿Chiche se postulará como gobernadora?
–No sería para extrañarse. ¿Por qué no sería gobernadora? ¿O por qué Duhalde no sería candidato a presidente? Que los actores jueguen y que la gente decida.
–¿Qué hubiese hecho en lugar de Solá?
–Hubiese jugado con Rodríguez Saá (se ríe fuerte).
–Usted lo tentó.
–Y no jugó. Jugó al poder constituido.
–Usted apoyó a Rico, quien...
–(Interrumpe enérgico)... y qué acierto que fue el mío.
–¿Usted a quién le dice no? ¿Cuál es el límite para integrarse a sus filas?
–El que apoya los 15 puntos de mi programa piensa como nosotros. Claro que los límites son de tipo ético y moral. Si se trata de una persona que tiene una trayectoria incorrecta...
–Si Videla le dice “me encantan sus 15 puntos”...
–... que me vote.
–¿Pero lo incorporaría a su equipo?
–Si me dice “yo quiero ser candidato”, le digo “no”. Nosotros decimos: “Queremos un país con derechos humanos”. Por eso la medida trascendente que vamos a tomar es levantar el secreto de las investigaciones de la SIDE sobre la AMIA y la Embajada de Israel. Que todo el mundo sepa de qué se trata. Y que la comunidad judía pueda conocer de qué se trata. Que ha sido víctima de dos crueles y sanguinarios atentados. Tienen derecho a saber de qué se trata.
–¿Tendría en su gobierno a Chiche?
–Ella es el pasado. Cuando manejó los programas sociales se murieron de hambre los chicos de la Argentina. La provincia de Buenos Aires tiene una lamentable situación social.
–¿Rico no es el pasado?
–Rico es un intendente exitoso, asumió un programa de futuro.
–Pero tiene un pasado antidemocrático.
–Tiene ya 15 años de pasado democrático y el pueblo lo elige.
–... A Hitler también lo eligieron...
–Son comparaciones exageradas. Rico se ha incorporado a la vida democrática del país.
–¿Hay elecciones el 27 de abril?
–Están creando el clima para que no haya. Pero será una situación tremendamente grave para el país. Poco serio, un país poco previsible.
–¿Quién va al ballottage?
–Es difícil a esta altura saberlo. No sé qué va a pasar con Kirchner. Me parece que sigue el mismo camino que De la Sota.
–¿Me está diciendo que Kirchner terminará siendo candidato a gobernador de Santa Cruz?
–(Muestra una sonrisa amplia.) No sé si tanto. Pero al acto de lanzamiento de De la Sota no fue ninguno salvo Quindimil, igual que sucedió en Lanús con el lanzamiento de Kirchner. Iba a ir Balestrini, Alak... Igualmente, yo le diría que lo más sólido para el ballottage es Menem, además de nosotros.
–Todos hablan de Menem. Se ve que vale la pena polarizar con él.
–Todos queremos ir contra Menem porque en segunda vuelta le ganamos (sonríe). Y todos contra mí pierden (se ríe más fuerte).
–Si Menem fuera con Carrió a un ballottage, ¿a quién votaría?
–No le voy a contestar porque se prestaría a un titular que no es lo que estoy pensando.
–¿Las corrientes del PJ son irreconciliables?
–Ahora discutimos quién representa al PJ. El modelo neoliberal, la alianza estratégica con el ALCA, la dolarización de la economía, la entrega de las banderas de la independencia económica al neoliberalismo no son el pensamiento del pueblo argentino. No es que se fracture el movimiento justicialista sino que busca un nuevo liderazgo. La doctrina justicialista dice que la verdadera democracia es lo que el pueblo quiere y defender un solo interés: el del pueblo argentino. Si quiere, llámelo fractura. En determinado momento el PJ bonaerense tenía un líder que era Herminio Iglesias y otro que era Antonio Cafiero. Como el aparato no lo dejó presentar a Cafiero se presentó con otra sigla, triunfó, y no se partió el PJ. Al final el peronismo va a tener un líder.
–Siempre habló del pacto Menem-Duhalde. Pero en el ‘99 intentó presentarse con una candidatura presidencial junto a un menemista declarado como Jorge Asís. ¿Cómo convencer a la gente que usted no estuvo cercano a Menem?
–En el ‘99 yo enfrentaba a Memen y Duhalde. Y ellos no me dejaron. La interpretación suya es la del establishment porteño. En fin, Menem y Duhalde me cerraron la puerta, acordaron la junta electoral, que es la misma que ahora, el chueco Mazzón era el presidente, jefe del fraude, y a mí me excluyeron.
–Hoy usted no está en la misma situación que entonces.
–Todas las encuestas me dan primero. Y la de Ambito Financiero... bueh (se ríe).
–Hace poco ligó el supuesto complot que terminó en la caída de De la Rúa con el proceso que terminó con la suya.
–Ese día viernes a la noche hubo un cacerolazo, la Cámara Nacional Electoral, en un fallo arbitrario, le quitó el triunfo a Bravo y se lo dio a Beliz. Un fraude escandaloso en la Capital que los medios no dicen ni analizan. No tienen senador y nadie dice nada. El mismo día la Cámara del Crimen dejó en libertad a Erman González, el mismo día quemaron vagones del ferrocarril y dictaron el fallo contra los ahorristas. Entonces la gente de la ciudad de Buenos Aires salió a hacer un cacerolazo. Esa noche, actuaron pandillas. Y esa noche, el diputado duhaldista Camaño estaba en la Cámara de Diputados. Y la puerta principal del Congreso, que es imposible de abrir desde afuera... se abrió. Se creó un gran escenario de caos. Me parece que algo puede tener que ver y que el juez lo investigue... eso es lo que pienso y declaré ante el juez.
–¿Qué es el establisment porteño?
–Son los autores de la decadencia argentina. El señor Lavagna, que dicen que es un excelente ministro de Economía, lleva adelante un proceso de licitación para contratar un banco extranjero, al que le van a pagar mil millones de dólares para que lo asesore a Nielsen sobre cómo pagar la deuda externa, si va a haber una quita o una espera. Yo esto lo denuncio. Pero el establishment no lo dice porque está de acuerdo en que elMinisterio de Economía le robe al pueblo argentino mil millones de dólares. Además, se han comprometido con el FMI a compensar a los bancos por 17 mil millones de pesos. Yo le pregunto a compensar qué, si los bancos se quedaron con los ahorros de los ahorristas y no se lo devuelven. Se lo roban a los pobres y se lo entregan a los ricos. Eso es el establishment.
–¿No le importa asustarlo?
–No. Asusta al establishment que defendamos los intereses argentinos. Página/12 advierte que el petróleo tiene algo que ver en la posibilidad de guerra a Irak. Advierte que puede tener que ver con el conflicto en Venezuela. Entonces el petróleo alguna importancia tiene. Si nosotros tenemos petróleo, tenemos que defender esta estrategia. Si tres o cuatro empresarios se asustan, sus intereses están en contradicción con los intereses del pueblo argentino. Los ferrocarriles se privatizaron porque daban una pérdida de 3 millones de pesos por día. Y hoy para que no funcionen el Estado le paga un subsidio de 300 millones anuales. Tenemos que recuperar las 400 poblaciones que vivían a la vera del ferrocarril. Hay que volver, como el mundo entero, a tener un medio de transporte tremendamente importante. Hay que defender el interés nacional. ¿Qué le puede afectar al pueblo argentino que nosotros tengamos una empresa petrolera? En nada. El establishment nos llevó a la destrucción de la Argentina.
–¿Por qué votarlo a usted y no a Carrió?
–Yo goberné 18 años una provincia en forma exitosa. Y yo planteo cómo transformar la Argentina. Yo creo, estimo, leo, que Carrió es una excelente fiscal de la República, que custodia valores. Pero no la veo como una líder que pueda hacer una transformación de la Argentina.
–¿Cómo piensa concretar el incremento salarial que propone?
–Generando trabajo, poniendo a funcionar el aparato productivo. Para ello hay que aumentar los salarios y transformar el Plan de Jefes y Jefas de Hogar en programas de empleo transitorio para que el pueblo argentino se ponga a trabajar. Hay que aumentar eso ingreso de 150 a 300 pesos. Para forestar el país, necesitamos 200 mil personas. Necesitamos hacer los trabajos para luchar contra las inundaciones en toda la pampa húmeda. También un plan de 150 mil viviendas para generar 900 mil empleos. Unos 350 mil en forma directa y 450 mil en las fábricas de ladrillos, puertas, ventanas... Va a ser un plan de seis meses.
–¿Cómo se va a financiar?
–Con los mil millones de dólares que ahora tienen guardado para pagarle al banco extranjero. Esto requiere de la contraparte del sector productivo, que las empresas produzcan la mercadería necesaria para abastecer al pueblo argentino. Entonces hay que hacer un acuerdo con todo el empresariado nacional, pequeñas y medianas empresas, para que preparen el sector productivo.
–¿Hay algún plan contra el hambre, como el que propuso Lula en Brasil?
–Nosotros ya lo hemos planteado. En la Argentina sobra el azúcar en Tucumán, sobra la fruta y la verdura en varias partes de Mendoza, San Juan, Río Negro. Sobra la comida en la Argentina. Y el Estado tiene que tener una política activa para que la gente pueda comer a través de un plan alimentario transitorio hasta que el país se vaya poniendo en marcha.