EL PAíS › EL FRENTE PARA LA VICTORIA SIGUE ACORTANDO LA VENTAJA EN CHUBUT, PERO EL RESULTADO FINAL PODRIA DEMORAR CERCA DE UN MES
Los datos oficiales parciales del escrutinio definitivo (con datos de Rawson, Trelew y Puerto Madryn) le dan 1060 votos de ventaja a Carlos Eliceche, lo que implica que el kirchnerismo se encuentra entre 200 y 300 votos abajo, según quién haga las cuentas.
› Por Nicolás Lantos
Desde Rawson
El edificio de la Legislatura de Chubut, en Rawson, es moderno y luminoso y contrasta con el célebre penal de esta ciudad que se levanta, chato y gris, pocos metros más allá. En estos días, por primera vez en la historia, hay más custodia en el palacio parlamentario que en el presidio: es que allí adentro se está llevando a cabo el recuento definitivo de los votos emitidos el domingo pasado por ciudadanos de toda la provincia en una elección que pasará a la historia por el escaso margen que el ganador, sea quien fuere, le sacará a su rival. Ambos candidatos, Carlos Eliceche (Frente para la Victoria) y Martín Buzzi (Modelo Chubut, dasnevista) se siguen adjudicando el triunfo. Hasta la noche de ayer, con algo más del cincuenta por ciento de las mesas escrutadas, el kirchnerismo contaba con una ventaja de algo más de mil cien votos, pero teniendo en cuenta los resultados preliminares de las mesas sin escrutar, calculan que todavía deben remontar unos trescientos votos. Por otra parte, el Tribunal Electoral ratificó la nulidad de una mesa en Puerto Madryn, que deberá volver a votarse, por lo que la definición podría seguir dilatándose.
El recinto parlamentario parece un hormiguero, y los gendarmes llevan y traen las urnas como si fueran hormigas verdes, entre hombres y mujeres que, agrupados en mesas, comprueban datos en planillas e intercambian palabras al oído. De tanto en tanto, en algunas de las cinco mesas que funcionan en simultáneo, cada una encabezada por uno de los cinco miembros del Tribunal Electoral Provincial (TEP), se levanta un barullo pero es aplacado rápidamente. Fiscales, apoderados y figuras políticas de ambos partidos supervisan el proceso y cada tanto se acercan al palco donde la prensa local cubre el escrutinio.
“Acá no hubo fraude, fraude es lo que hacían en otra época, que robaban urnas pistola en mano”, se descarga un puntero de Modelo Chubut, que prefiere no dar su nombre. “¿Acá sabés lo que pasó? le explica a este diario. Son los maestros, que son presidentes de mesa y no entienden nada, no saben ni sumar.” La impericia de fiscales y autoridades electorales es el argumento que esgrimen desde el dasnevismo para desviar las acusaciones de fraude. Desde la vereda opuesta desconfían: “Los errores son siempre para el lado de ellos. Decían que ganaban por 1500 votos y ahora están cortando clavos”.
Estrictamente hablando, los datos oficiales del escrutinio definitivo que se conocen hasta ahora le dan 1060 votos de ventaja a Eliceche, tras el recuento total de las mesas en Rawson, Trelew y Puerto Madryn, con excepción de una urna en esta localidad, cuya anulación fue confirmada ayer por el TEP. Comparando estas cifras con los números que se conocen del conteo preliminar, se desprende que el kirchnerismo se encuentra todavía entre 200 y 300 votos abajo, según quién haga las cuentas. “Están a tiro, les falta apenas un empujoncito”, confían ante Página/12 fuentes judiciales, que aseguran que “hoy por hoy el resultado está abierto”.
Ayer se concluyó con lo que restaba escrutar en Madryn y se comenzó el recuento en varios pueblos del interior, donde se supone que el Peronismo Federal puede recuperar algo del terreno perdido. De todas formas, el TEP no dio datos oficiales después del cierre de Madryn, por lo que los resultados de Puerto Pirámides, El Maitén, Epuyén y Lago Puelo, entre una docena de localidades salpicadas en la extensa meseta patagónica recién se conocerán mañana, al igual que los datos de Esquel, que beneficiarían al FpV. Si todo sigue con la velocidad prevista y las objeciones no empantanan el proceso, se espera que el lunes se pueda comenzar a rever los votos en Comodoro Rivadavia, la ciudad más poblada de la provincia, que representa por sí misma más del treinta por ciento del padrón.
Aunque el escrutinio definitivo estaría terminado para el martes o el miércoles, hay chances de que ese día no haya un gobernador proclamado. Es que ayer el TEP ratificó, ante la apelación de los apoderados de Modelo Chubut, el pedido de nulidad sobre la mesa 174 de Puerto Madryn, adonde se constató que al momento de abrir la urna se encontraron “alrededor de 25 sobres menos respecto de los ciudadanos que figuran como que emitieron el voto”. Aunque esta decisión fue nuevamente apelada por el dasnevismo, esta vez ante el Tribunal Supremo Provincial, es difícil que en esa instancia revoquen un fallo de la Justicia electoral. “Supongo que no van a querer comprarse un quilombo”, analiza un conocedor de los recovecos judiciales chubutenses.
De todas formas, la nulidad de esa urna abre la puerta a que se repita la medida en otros casos en los que haya inconsistencias. En principio, ya se sabe de una escuela en Comodoro Rivadavia en la que la directora encontró, el día posterior a los comicios, más de ochenta sobres firmados, por lo que esa mesa está bajo la lupa. La 174 de Madryn tiene 355 electores que estarán habilitados para volver a votar, y cada mesa anulada sumará otros tantos. En caso de que la diferencia final entre ambos candidatos a gobernador sea menor a la cantidad de ciudadanos que podrían repetir su voto, no será posible que ninguno de los dos cante victoria hasta tanto no se repitan los comicios en esas mesas, lo que podría demorar hasta un mes.
Mientras tanto, desde ambos lados insisten con que los números coinciden con sus estimaciones y con que sus estimaciones los dan ganadores, aunque off the record tanto hijos como entenados aceptan que la elección se definirá por “poquísimos votos”, no ya mil o mil quinientos sino a lo mejor sólo cien papeletas terminen por consagrar al ganador. “Estamos 650 votos arriba”, repiten como un mantra en el entorno de Buzzi, donde acusaron a sus rivales de querer “empiojar” la elección con denuncias de fraude. Ricardo Sastre, candidato a intendente de Puerto Madryn, que hasta ahora consiguió la jefatura comunal por alrededor de 30 votos y debería arriesgarla a todo o nada en caso de una nueva votación, fue más allá y denunció que quieren “anular una mesa a ver si pueden comprar votos.”
Desde el kirchnerismo evalúan acudir al Tribunal Supremo para conseguir la apertura de todas las urnas. “Si están tan seguros de que ganan por qué no quieren abrirlas”, razonan en la Casa Rosada. “Hablar de errores a esta altura, cuando ya se descontaron más de mil votos, es ridículo –prosiguen–. Está claro que hubo maniobras para quedarse con la elección. Esto va para largo: si Das Neves dijo que sólo iba a hablar una vez que estuvieran los resultados, entonces va a tener que quedarse callado un buen rato.”
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