Hoy será un día de reuniones clave para el futuro de la interna que intenta definir al candidato presidencial de la UCR con miras a las elecciones de octubre. El senador Ernesto Sanz se reunirá por la mañana “a puertas cerradas” con el grupo de dirigentes que lo apuntala en su competencia contra el diputado Ricardo Alfonsín. Allí analizaría una jugada que puede alterar el tablero: bajarse de la interna fijada para el 30 de abril y mantener su candidatura para competir en las primarias obligatorias del 14 de agosto. El argumento sería la falta de garantías para el proceso electoral en la provincia de Buenos Aires. Pero todo dependerá del resultado del encuentro que mantenga la Junta Electoral del partido, donde se analizará la decisión sobre cuál será el número total de electores por mesa en territorio bonaerense, punto de discordia entre Sanz y el alfonsinismo.

“Si Sanz no está de acuerdo con la cantidad acordada y no apela la decisión ante la Junta Electoral, es porque está buscando una excusa para bajarse”, es la conclusión que sacan desde las filas de Alfonsín, que descartan que, si no hay interna, el diputado será proclamado candidato oficial de la UCR.

Hace días que dirigentes que acompañan al senador mendocino vienen denunciando la falta de garantías para el proceso electoral previsto para el 30 de abril. La semana pasada, la Junta Electoral recibió a ambos sectores, y el de Sanz propuso que en cada distrito haya una cantidad de mesas proporcionales a la cantidad de votantes, con topes de no más de cinco mil personas en condiciones de sufragar. El alfonsinismo se mantuvo en la posición de que cada provincia determine qué decisión adoptar, algo que desde las filas del mendocino señalan como un intento de su contrincante por reducir el número de electores por mesa a 1200, lo que multiplicaría el número de mesas necesarias y volvería el proceso difícil de fiscalizar para Sanz. “Recibiremos las respuestas de cada junta electoral provincial y si hay discrepancias ahí recién resolveremos”, dijo a Página/12 el presidente de la Junta Electoral de la UCR, Norberto Rinaldi, que estimó que las diferencias entre ambos sectores no son tan grandes. “La diferencia estaba entre tres mil de un lado y cinco mil del otro. Hasta ahora todo se ha resuelto por unanimidad en la Junta y el proceso avanza sin problemas. Si a alguien no le gusta algo, tiene la opción de apelar”, dijo.

De la reunión que mantenga Sanz con sus dirigentes “no saldrá ninguna definición”, anticiparon en su entorno. El ex diputado Federico Storani ha sido uno de los más activos en instalar la idea de que Sanz podría no competir en abril. “Estamos analizando si la elección se hará en la fecha consensuada o como marca la ley de Reforma Política, en agosto”, afirmó. Para el dirigente, la realización de la preinterna “carece de sentido” ya que existen certezas de que la ley está vigente, e indicó además que “no están dadas las condiciones que garanticen la transparencia” de los comicios internos. “Sanz no va a ir a cualquier interna después de haber recorrido todo el país”, apuntaron en su entorno.

Desde el alfonsinismo replicaron que las denuncias del sector de Sanz son “una forma de buscar una excusa para bajarse porque no le dan los números”, a la vez que puntualizaron que “si no está de acuerdo con la cantidad de electores por mesa acordada puede apelar ante la Junta Electoral”. Además, aseguran que si el senador decide ir directamente al 14 de agosto, la interna quedaría desierta y el Comité Nacional debería proclamar a Alfonsín candidato presidencial “oficial” de la UCR.

Informe: G. M.