En la interna de un solo hombre, se impuso el único candidato. Según informó él mismo, anoche, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá obtuvo más del 98 por ciento de los algo más de 16 mil votos que se emitieron ayer en la etapa correspondiente al Noroeste argentino de las primarias escalonadas del peronismo disidente. Con un detalle: quien hasta el viernes era su único rival de pie, Eduardo Duhalde, no se presentó a los comicios y pidió la nulidad del proceso. Aun así, el ex presidente interino obtuvo 499 sufragios, dio a conocer el ganador.

“Espero que Duhalde venga a saludarme”, se dio el lujo de chicanear Rodríguez Saá, que ahora espera que la mesa coordinadora del Peronismo Federal convalide los comicios de ayer en Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca, que le adjudicaron 60 electores para un congreso partidario que parece cada día más improbable. “Hace dos domingos anunciamos los resultados en Capital Federal: fue una victoria de Duhalde y yo lo abracé y le di la mano. Acá está la silla, lo estoy esperando”, señaló, irónico, el puntano.

De todas formas, el gobernador de San Luis sabe que necesita del apoyo del resto de los justicialistas disidentes para motorizar su candidatura presidencial, por lo que le tendió una mano a su rival para que vuelva al redil: “Doctor Duhalde, he cumplido con la ley, lamento enormemente esta situación, suspensión, abandono, no sé lo que es. Lo único que pienso ahora es que en estos días el Peronismo Federal deberá reunirse para entablar mecanismos de diálogo”.

En diálogo con Página/12, el jefe de campaña del ex presidente interino, Carlos Brown, salió al cruce de Rodríguez Saá: sostuvo que la elección de ayer fue “un capricho” y que carece de toda validez. “Lo que ha hecho Rodríguez Saá fue romper el acuerdo que existía en una interna que no tiene un marco institucional sino que se basa en la confianza entre dos partes. Si una de las dos partes no está de acuerdo, no hay junta electoral, no se fiscaliza, o sea que no hay elección. Lo de ayer no tiene más validez que algo decidido en una reunión de amigos.”

Sobre el futuro del espacio, Brown aseguró que “se verá de acuerdo con lo que resuelvan los coordinadores”, que son los senadores Juan Carlos Romero y Adolfo Rodríguez Saá y el diputado Ramón Puerta. Pero en el entorno duhaldista no hay plena confianza en la ecuanimidad de los responsables del PF. “Veremos qué deciden –confió Brown–. Si no, ellos seguirán por un lado y nosotros por el nuestro. Duhalde no se baja, Duhalde es candidato a presidente.”

Hasta ahora, la Mesa Coordinadora se limitó a pedirles a ambas partes que profundicen el diálogo para buscar un acercamiento, y que se abstengan de tomar medidas unilaterales con poco éxito. Así, la aventura electoral del justicialismo disidente parece cada vez más lejos de llegar en pie al 14 de agosto, cuando se harán las primarias previstas por la ley: al temprano abandono de Felipe Solá le siguió el de Mario Das Neves, obligado tras el escándalo electoral en su provincia. La pelea entre los dos candidatos restantes del sector deja poco margen para una construcción en común.

Según los datos difundidos por Rodríguez Saá, en las tres provincias ayer votaron 16.183 electores (menos del 1 por ciento del padrón). El puntano obtuvo 15.577 y Duhalde, pese a haberse retirado de la compulsa, fue votado por 499 personas. Hubo 107 sufragios en blanco. Así, el gobernador de San Luis obtuvo los 60 escaños en juego para el congreso partidario que deberá elegir al candidato presidencial del PJ disidente, si es que el espacio logra llegar hasta esa instancia sin desintegrarse en el camino.