No es bueno que lo desagradable vaya dejando de provocarnos sorpresa. Sin embargo, después de enterarnos de una intervención de Cristian Ritondo en la Legislatura porteña, en la cual, refiriéndose al diputado Francisco “Tito” Nenna, aseguró que “alguien con esa cara no puede ser docente”, lamentablemente no pudimos sorprendernos. Porque no puede tomarnos de sorpresa que el partido que nombró ministro de Educación a un defensor de genocidas como Abel Posse, nombre como presidente de bloque del PRO a un defensor de ideas lombrosianas que, en cuanto a la relación entre fisonomía y comportamiento, fueron abandonadas por la criminología hace más de cien años. Sin sorprendernos, no podemos dejar de lamentarnos y transmitirle que sus declaraciones expresan el más rancio espíritu discriminador. Tras pedir a las cámaras de TV que muestren al legislador Nenna, usted preguntó: “¿Alguien con esa cara puede ser docente?”. Esa grave pregunta retórica nos hace dudar. ¿Acaso en su partido están evaluando incluir exámenes de rostros a los maestros o a los alumnos de escuelas porteñas? ¿Será la cara de Nenna la que lo intranquiliza? O quizá, a través de ella, advertir que existen miles de caras, diversas, distintas. Caras plurales, caras solidarias, caras comprometidas con los guardapolvos blancos. Parece, diputado, que esas caras le recuerdan que la vida no sólo se manifiesta en el habitual rostro simbólico de frivolidad e indiferencia que portan usted y sus compañeros de ruta. Los docentes, Ritondo, le pedimos que se actualice en las concepciones. Si bien entendemos que a un partido conservador le cueste abandonar algunas formas de discriminación, considerar las cualidades morales o, en este caso, pedagógicas, de alguien por su cara, lo ubica sin exagerar en pleno siglo XIX.

* Secretario general UTE-Ctera.