“Se está proscribiendo a dos mil chubutenses”, explicó ayer a Página/12 el apoderado del Frente para la Victoria de Chubut, Blas Meza Evans. Horas antes, con ese mismo argumento el kirchnerismo había recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de esa provincia el fallo del Tribunal Electoral (TEP) que cerró la posibilidad de llamar a una nueva votación en las mesas que fueron anuladas en la elección del pasado 20 de marzo y cuyo resultado aún es incierto.

Los kirchneristas estiman que la respuesta a su apelación no demandará más de dos semanas. Meza Evans aseguró que habrá una primera definición del TSJ “dentro de los siete y los diez días” y se mostró confiado. “Va a ser exitosa”, vaticinó sobre la contestación del máximo tribunal al planteo del FpV. La razón de su optimismo es –según precisó– que el reclamo “se asienta en la defensa de la Constitución nacional que dice claramente que la soberanía popular se basa en el sufragio, derecho del que están privando a dos mil chubutenses”. Agregó que si la respuesta fuera negativa, se reservan la posibilidad de acudir a la Justicia Federal.

En la misma línea, el apoderado nacional del Partido Justicialista, Jorge Landau, disparó: “Se inicia la cuenta regresiva hacia las complementarias para resolver la crisis política en la que está sumida Chubut”.

El escrito del FpV –cuyo candidato Carlos Eliceche disputa la gobernación con el dasnevista Martín Buzzi– afirma que la resolución del TEP, que no da lugar a las elecciones complementarias, “vulnera los derechos básicos de la democracia representativa: el derecho a elegir y el derecho a ser elegido”. Se hace referencia al carácter “crucial” de las elecciones complementarias. Una nueva votación podría, de acuerdo con la apelación, “decidir el futuro institucional de la provincia”, en un marco en el que “los cuestionamientos de mesas, las irregularidades detectadas y las mesas anuladas en el escrutinio definitivo han teñido de vergonzosa sospecha” los comicios y han llevado a la provincia a un estado “de gravedad institucional”. Afirma también que de esta crisis “sólo se puede escapar a través de la soberanía del pueblo”.

Los kirchneristas se hicieron eco en su apelación del argumento del TEP, según el cual los dos mil votantes de una elección complementaria sufragarían en condiciones diferentes a las de la mayoría de los chubutenses el 20 de marzo. A eso respondieron: “Lo que pretenden anular son votos de ciudadanos chubutenses que no son de segunda categoría. El derecho a la igualdad precisamente funda la necesidad de que estos ciudadanos puedan expresarse en las urnas”. Landau precisó que sólo reclaman “las complementarias para estas seis urnas. El resto han sido validadas por nuestros fiscales”.

El senador radical por Chubut Mario Cimadevilla fue contundente en su opinión respecto de la presentación de Meza Evans: “Nos da lo mismo”. La UCR también reclamaba junto al FpV la revisión del conteo de las elecciones. Dejó de hacerlo hace un mes, cuando Karina Monge –quien estaba entonces a sólo 20 votos de entrar a la Legislatura provincial– perdió toda chance de obtener una banca.

Informe: Sol Prieto.