Tras que éramos pocos... Carlos Corach retornará a Buenos Aires para incorporarse a la campaña presidencial de Carlos Menem. Lo hará por pedido expreso del ex mandatario y con el aparente propósito de “ordenar” el discurso del sector, del que hoy se encargan distintos voceros en pugna.
El ex ministro del Interior se encuentra en Gran Bretaña desde mediados del año pasado, aunque ya en tres oportunidades hizo viajes relámpagos a la Argentina. Uno de ellos por el fallecimiento de su suegro, los otros dos por razones políticas.
A fin del año pasado, funcionarios del actual Gobierno supieron compartir profusas conversaciones con el emisario todoterreno del menemismo. Entre ellos el ministro del Interior, Jorge Matzkin; el titular de la Side, Miguel Angel Toma; el secretario privado del presidente, Juan Carlos Mazzón, y el secretario General de la Presidencia, José Pampuro.
Curiosamente, o no tanto, los dos primeros hoy generan total desconfianza en las filas del candidato oficial, Néstor Kirchner. En buen romance: lo acusan de operaciones para socavar sus posibilidades de llegar a la Rosada. Mazzón y Pampuro, en cambio, tienen hoy un rol activo en el armado electoral del santacruceño. Seguramente Corach volverá a hablar con ellos. Menem lo llamó hace dos semanas para apurar su regreso definitivo. Esto ocurrirá en los primeros días de marzo, justo cuando se comience a transitar el tramo final de la campaña.
El rol que asumirá el ex ministro aún no está totalmente definido. Aunque se asegura que buscará “homogeneizar” el discurso menemista y disimular la discordia interna que envuelve a otros habituales voceros del ex presidente, todos distanciados entre sí. Estos son Eduardo Bauzá, Alberto Kohan y Alberto Pierri. Los dos últimos anotados para pelear la gobernación de Buenos Aires, pese a que el menemismo está trabajando ardorosamente para que su candidato sea Luis Patti. De hecho, hoy habrá una reunión con el intendente represor para convencerlo.
Son recordadas las matinales rondas de prensa de Corach en la puerta de su casa, durante la gestión menemista, donde fijaba la agenda del día y en muchos casos lograba focalizar la atención de los medios en los temas que al Gobierno le interesaba. Nadie sabe si el ex ministro volverá a ser “la voz y la cara” del menemismo ya que probablemente genere recelo de aquellos que hace meses están en el país haciendo campaña para el ex presidente. Pero no se descarta que tenga un papel activo, como en los viejos tiempos.
Corach no será el único que volverá a trabajar para “El Jefe”. Ya levantó el teléfono con el mismo propósito el ex intendente porteño Jorge Domínguez, quien se ganó el mote de Topadora por arrasar asentamientos y villas al mando de esa maquinaria. También podría retornar Raúl Delgado, según se rumorea cerca de Menem. La última actividad que se conoce del ex secretario de Medios es la del gerenciamiento del fútbol de Almirante Brown de Arrecife. De esa actividad se retiró recientemente.
Otro regreso que podría despertar la atención del menemismo es el de Zulemita. La hija del ex mandatario aterrizó anteanoche, procedente de Miami, en un vuelo que compartió con la diva de la televisión Susana Giménez. A diferencia de otros tiempos, donde llegó a recibir el abucheo del personal del aeropuerto, anteayer Zulemita firmó más de un autógrafo entre los pasajeros de la clase gold. Claro, nadie sabe si por ser la hija de Carlos Saúl o, contrariamente, por estar peleada, como su madre, con el ex mandatario.