A pesar de las críticas del gobernador socialista Hermes Binner y la amenaza de pegar un portazo de la líder del GEN, Margarita Stolbizer, los radicales siguen avanzando a paso firme en sus negociaciones con el peronista disidente Francisco de Narváez. La semana pasada el alfonsinista Esteban Campero mantuvo una reunión con el ex senador Leopoldo Moreau, empleado jerárquico del canal América, propiedad de De Narváez. Luego de ese encuentro, el propio Ricar-

do Alfonsín visitó las oficinas de Moreau, justo antes de recluirse en una clínica para dejar de fumar. Tal como escribió Página/12, quienes lideran las conversaciones son el radical Carlos Pérez Gresia y el diputado peronista Alfredo Atanasof. Ayer hubo una reunión en el Comité bonaerense en la que algunos dirigentes locales manifestaron su descontento porque se verían perjudicados en sus distritos si se cierra con el Colorado.

Lejos de revisar su estrategia, el radicalismo profundizará por estas horas su actividad política con dos objetivos: forzar una definición del gobernador de Santa Fe previa a la interna del 22 de mayo y así arrinconar al GEN para que no tenga más alternativas que aceptar una lista de adhesión del peronista disidente. Una comitiva del alfonsinismo viajará esta semana a Santa Fe para generar un encuentro orgánico con los socialistas. Los radicales temen que finalmente el candidato de Binner, Antonio Bonfatti, gane la interna frente al senador Rubén Giustiniani y el radical Mario Barletta, y termine postulándose a presidente. Ayer Bonfatti aseguró que, de no haber mediado con Giustiniani la disputa por la sucesión de Binner, “hoy el gobernador podría estar haciendo campaña para la Presidencia”.

“Me parece que estamos equivocando los términos. Nosotros estamos construyendo un armado nacional en el que Binner y Alfonsín –si son la fórmula presidencial– serían la garantía en la implementación del acuerdo programático y De Narváez y otras expresiones están vinculados con cuestiones provinciales”, respondió el alfonsinista Miguel Bazze, titular del Comité Provincia. Bazze lideró ayer una reunión en la que recibió reclamos de dirigentes del interior de la provincia que, lejos de sentirse favorecidos por el acuerdo con el peronista, ven peligrar sus chances electorales. En la vereda de enfrente, los intendentes de Junín, Mario Meoni; de San Isidro, Gustavo Posse, y de Necochea, Daniel Molina, ya hicieron público su entusiasmo ante esa posibilidad.

“Si quieren ganar la provincia de Santa Fe, van a tener que acordar con nosotros a nivel nacional”, amenazó por estos días uno de los líderes del alfonsinismo. La estrategia es presionar a Binner con un eventual quite de apoyo luego de la primaria provincial, si es que quiere ir él por la presidencia. Los radicales descuentan que si logran “cerrar” con el socialismo, el GEN no tendrá más alternativa que aceptar la colectora de De Narváez en Buenos Aires. Previendo esa situación, dirigentes bonaerenses especulaban con la posibilidad de que Stolbizer retomara conversaciones con Elisa Carrió.