Bajo el lema “Todos en la Escuela”, la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires lanzó ayer un programa que busca combatir la deserción escolar y mejorar las condiciones de aprendizaje en el distrito. “No queremos que haya ninguna familia que no cumpla con la obligatoriedad de la enseñanza o que no pueda cumplir con el derecho de educar a sus hijos”, señaló durante la presentación el titular de la cartera educativa bonaerense, Mario Oporto.
El plan estará dirigido especialmente a los establecimientos educativos de las zonas más pobres del Conurbano bonaerense y a aquellos cuya matrícula supere los 1200 alumnos. El eje de la acción de la flamante iniciativa estará en los municipios de José C. Paz, La Matanza, Quilmes, Tigre y Florencio Varela. La red de asistentes sociales de la provincia contará con el respaldo de Cáritas y el apoyo de las ONGs y equipos técnicos de las distintas comunas.
Los objetivos para el ciclo lectivo que se inicia el próximo 10 de marzo son “la inclusión total” en la Educación General Básica (EGB) y “la recuperación de aquellos alumnos que hayan desertado” o estén dentro de la “población potencialmente desertora” en el Nivel Polimodal. Para ello se flexibilizarán los requisitos de inscripción y los funcionarios provinciales se encargarán de la gestión de aquella documentación faltante al momento de la matriculación. El primer día de clases los chicos recibirán un kit de nueve útiles y se entregarán nuevos pares de zapatillas a los alumnos que los necesiten.
La Dirección de Cultura y Educación bonaerense tiene a su cargo una población escolar de 4,5 millones, lo que constituye el segundo sistema de Latinoamérica. En diciembre pasado el gobierno bonaerense había lanzado un plan de construcción de salas de 5 años, con el objetivo de incorporar 6000 nuevos chicos a la Educación Inicial, y en los próximos meses se implementará un programa denominado “La escuela lee más”, que se propone estrechar el vínculo entre las familias y el ámbito educativo.