“La posición es muy clara. La Argentina no va a participar de la guerra de ninguna manera”, aseguró ayer el presidente Eduardo Duhalde y descartó así sumarse a un ataque armado de Estados Unidos contra Irak. Duhalde aclaró, además, que el país se mantendrá al margen del conflicto bélico aun en el caso de que la intervención militar sea ordenada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y afirmó que la decisión en ese sentido es “definitiva”.
Duhalde se pronunció acerca del conflicto planteado entre Estados Unidos e Irak al término de un acto en el que las comunidades árabe y judía de la Argentina firmaron una Declaración Conjunta en la que manifestaron su acuerdo con la posición del gobierno argentino a favor de la paz. En ese contexto sostuvo que la Argentina no acompañará ningún ataque “más allá de la decisión unilateral que pueda ser tomada” por Washington o “que en definitiva el Consejo de Seguridad de la ONU así lo decida”.
El documento entre las comunidades árabe y judía en la Argentina fue firmado en la misma Casa Rosada a instancias del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Además de Duhalde, firmaron la declaración Munir Haddad, por la Federación de Entidades Arabes de América, y José Hercman, del Congreso Judío Latinoamericano.
Duhalde destacó que la actitud de las colectividades “no debe sorprendernos” porque se trata de una conducta permanente en el país en momentos en que se “cierne sobre la humanidad el peligro de una guerra”. Lo que árabes y judíos ratificaron en el documento fue su “compromiso de fortalecer su tradicional, armoniosa y pacífica convivencia en el país”.
La firma del documento en la propia Casa Rosada y las declaraciones de Duhalde no fueron la única señal del Gobierno en el sentido de que la Argentina se mantendrá al margen de un ataque de Estados Unidos contra Irak. El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, también abogó por una solución pacífica al conflicto durante su habitual conferencia de prensa y lo mismo hizo el canciller Carlos Ruckauf, quien no obstante tildó de dictador a Saddam Hussein.
“América latina tiene que plantearse como zona de paz, tiene que plantear una propuesta concreta para desarmar al dictador, tiene que tener vocación de ayuda humanitaria si hubiera un conflicto, pero no tiene que inmiscuirse en un conflicto militar”, opinó Ruckauf. Al respecto, agregó que “tenemos una política exterior que busca la paz, pero no tontamente”, enfatizó, al reiterar que “la Argentina no participará de un ataque militar al pueblo iraquí, vamos a defender nuestra posición cuando podamos hablar en el Consejo de Seguridad”.
En declaraciones al programa “Desayuno” de Canal 7, el canciller señaló que “no veo que esté bien provocarles una guerra a los iraquíes que ya sufren a este dictador genocida cuando hay tantos mecanismos en manos de las grandes potencias como para impedirle a Saddam Hussein que siga siendo lo que es: un peligro para la humanidad”. También consideró que “hay una forma de acabar con Saddam Hussein sin masacrar mujeres y niños inocentes que nada tienen que ver con esto”. El modo que propuso para lograrlo es “decirle que no se le compra más una gota de petróleo y se le acaba el financiamiento al terrorismo y la posibilidad de tener armas de destrucción masiva”.
Ruckauf precisó, además, que no comparte la visión de que “uno debe admitir la violación a los derechos humanos por una cuestión comercial” y recordó que este año en la ONU dispuso que se vote “en contra de Irán por este tema y de Israel por su actitud en territorio palestino”. Sobre Medio Oriente declaró que “queremos una República para los palestinos y fronteras seguras para Israel”.