EL PAíS
› MAZZON FUE ENVIADO POR EL GOBIERNO A SANTA FE A DIALOGAR CON REUTEMANN
Para bajar los decibeles con Lole
El gobernador santafesino denunció “aprietes” del Ejecutivo nacional a los de provincia, tendientes a apoyar a Kirchner. Duhalde reaccionó enviando al Chueco Mazzón para evitar más cruces. La bronca de Reutemann tiene una raíz local: se enojó porque Kirchner elogió a Binner. Pero también responde a una larga lógica nacional: Lole jamás enfrenta a Menem.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
El presidente Eduardo Duhalde envió a Santa Fe a su secretario privado, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, para desmentir los “aprietes” que Carlos Reutemann denunció veinticuatro horas antes. El gobernador se declaró “neutral” en la pelea peronista por el poder pero acusó –sin nombrarlo– a Néstor Kirchner de presionar para que lo apoyen. “Desde el gobierno central puede haber ‘aprietes’ a gobernadores que no vayan con un determinado candidato. Si empezamos así, pobre país. El reloj andará más rápido para ese candidato, si es que gana”, disparó el Lole. Ayer llegó el retruque. El mensajero del Presidente ingresó al despacho de Reutemann para cruzar explicaciones cara a cara. “Nosotros no apretamos a ningún gobernador ni a ningún dirigente para que adhieran a ningún candidato. Duhalde está haciendo una gestión para entregar el gobierno nacional en las mejores condiciones posibles el 25 de mayo”, dijo Mazzón a Rosario/12.
Los amigos de Reutemann interpretaron el entredicho a partir de un detonante: los elogios que Kirchner dedicó a Hermes Binner hace una semana, lo que confirma –una vez más– que el PJ santafesino considera al intendente socialista y futuro candidato a gobernador como el adversario a vencer en la provincia.
Mazzón estuvo sólo dos horas en Santa Fe, suficientes para poner paños fríos, lo que parece ser su especialidad en la relación Duhalde-Reutemann. Tiene algunas ventajas: oficia como operador del Presidente. Pero también es santafesino: nació en Costa del Toba, un pueblito cercano a Vera, en el norte de la provincia, donde no olvida sus raíces. Ayer, hizo un viaje relámpago, a las 8.55 estaba en el aeropuerto de Sauce Viejo, a bordo del Tango 03 –el Fokker de la flota presidencial– y a las 11.10 ya volaba rumbo a Mendoza. Aprovechó a fondo su tiempo: primero se reunió a solas con el Lole y después lo desmintió en público. “Nosotros no apretamos a ningún gobernador ni a ningún dirigente para que adhieran a ningún candidato. El Presidente está haciendo una gestión para entregar el gobierno en las mejores condiciones posibles el 25 de mayo”, dijo Mazzón a Rosario/12, el suplemento regional de Página/12.
Las acusaciones de Reutemann impactaron de lleno en la Casa Rosada. “Pero sólo se entienden a partir de los elogios que Kirchner dedicó a Binner la semana pasada en Rosario”, confió un allegado al mandatario santafesino. Kirchner alabó la “gestión” del socialista, a quien consideró “un dirigente moderno e inteligente. Hay que terminar con las mezquindades políticas. A él como a tantos dirigentes valiosos hay que tenerlos en cuenta para sumar”, afirmó.
Kirchner mencionó también a Reutemann. “Lo respeto. Compartimos muchas peleas juntos en defensa de los fondos provinciales. Pero su apoyo (y el del peronismo santafesino) no es imprescindible porque (en las elecciones del 27 de abril) los argentinos no van a votar sellos sino ideas y proyectos. El que va a gobernar soy yo”, agregó.
Las flores a Binner y el desplante posterior enfurecieron al Lole. El jueves, cuando regresó a la Casa Gris alguien le preguntó si apoyaría a algún candidato del peronismo. Y se descargó. “Un candidato que vino a la provincia dijo que no necesitaba apoyo de nadie, me parece lo más razonable. El PJ de Santa Fe decidió dejar en libertad de acción a cada afiliado. Bueno, que cada uno sea responsable de lo que dice y aquel que lo vota después le haga cumplir lo que prometió”, dijo sin mencionar a Kirchner. No era necesario.
La segunda estocada contra Kirchner fue más a fondo. “Puede haber movimientos en áreas del gobierno central y que algunos gobernadores sufran aprietes por no ir con un determinado candidato. Si ésa es la posición de uno de los candidatos, si empezamos apretando así, pobre país. Si una persona no deja que la democracia juegue libremente como tiene que jugar, empezamos mal. Si esto se produce desde el gobierno central hacia gobernadores que no se alinean empezamos muy mal. El reloj andará más rápido para ese candidato, si es que gana”, acusó Reutemann.
La Casa Rosada entendió el mensaje y acusó el golpe. Casi todos los usuales voceros del Gobierno salieron ayer, desde temprano, a pegarle al gobernador (ver recuadro aparte). No es exceso de celo, tienen sus razones. Así lo reconocen los propios reutemistas. “Lole se declaró neutral pero, ¿a favor de quién?”, se pregunta uno de los mejores amigos del gobernador de Santa Fe que no integra el elenco de subordinados. “Por acción o por omisión vamos a quedar pegados a Menem”, reflexiona. Y redondea, “el PJ de la provincia se va a quedar afuera del esquema nacional. El Lole se declara neutral, pero sus críticas a Kirch-ner son feroces. ¿Entonces, con quién está?”, se quejó el reutemista, a sabiendas de que su jefe nunca se animó a enfrentar a Menem.
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