EL PAíS
› ALFONSIN, EMOCIONADO EN EL ADIOS A JAROSLAVSKY
“Amigo de un corazón enorme”
La clase política despidió ayer a uno de los suyos. Con la presencia de Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín, ayer se veló en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso a César “Chacho” Jaroslavsky, que el jueves había muerto de un paro cardiorrespiratorio. Después fue trasladado al Jardín de Paz, donde los cremaron, y finalmente a Victoria, en Entre Ríos, donde había pedido que descansaran sus cenizas.
Radical de toda la vida, Jaroslavsky ocupó varios cargos, ejecutivos y legislativos, hasta que en 1983 Alfonsín lo designó al frente del bloque de diputados. Desde el puesto, el legislador se convirtió en uno de los principales defensores del gobierno. Más tarde, Jaroslavsky fue jefe de campaña de Horacio Massaccesi, se convirtió en el abogado público de Alfredo Yabrán y cuestionó a la Alianza. Se había operado en Cuba de una hernia de disco de la que nunca se recuperó del todo. En los últimos años estaba muy enfermo. El jueves murió a los 73 años.
En la despedida de ayer en el Congreso, Alfonsín recordó a “un amigo entrañable, de un corazón enorme que siempre estuvo al servicio del país, que hizo docencia de la política, que muere pobre, como corresponde”. Destacó la figura del diputado como “ejemplo de actitud patriótica” y afirmó que “jamás tuvo enemigos”.
Visiblemente triste, el ex presidente elaboró un discurso en el que intentó una defensa de la clase política. Cuestionó “los ataques, la infamia y mentiras canallescas”. Aseguró que hay que “resguardar las instituciones”. Y comparó la crisis que atraviesa la Argentina con “el caos asambleísta de la República Española, que después trajo muertes y dolor a toda una nación”.
Por el peronismo habló el jefe del bloque de diputados Humberto Roggero, quien señaló que Jaroslavsky “fue un político de raza, no como los de hoy que dicen que la política es mala”. “Estoy emocionado por la pérdida de un grande. Los peronistas te lloramos porque perdimos a un maestro”, concluyó Roggero.
Las palabras de Alfonsín y Roggero son una muestra de las dificultades de muchos dirigentes por entender el repudio social, cada vez más masivo, que abarca a casi toda la clase política. Justamente, Jaroslavsky fue un exponente clásico de la corporación: igual que Alfonsín, construyó su carrera sobre la idea básica de que la política argentina debería constituirse en base a una negociación permanente entre el PJ y la UCR.
Entre los que asistieron al velatorio estuvieron, entre otros, José Vanossi, Eduardo Camaño, Raúl Baglini, Leopoldo Moreau, Rafael Pascual, Mario Losada, Melchor Cruchaga, Juan Pablo Baylac, Jorge Matzkin, Federico Storani, Florentina Gómez Miranda, Saúl Ubaldini, José Luis Manzano y Enrique Nosiglia. Entre las coronas, se destacaban las de Fidel Castro, Carlos Menem y la familia Yabrán.