Varios dirigentes del kirchnerismo, encabezados por el ministro de Trabajo y candidato a vicejefe de Gobierno porteño, Carlos Tomada, minimizaron los choques con la CGT tras el cierre de listas, en respuesta a nuevas declaraciones que hicieron en esta semana el titular de la central obrera, Hugo Moyano, y algunos de sus hombres de confianza, quejándose por lo que consideran una escasa presencia sindical en las boletas.

“Este tipo de declaraciones, este concepto, este pensamiento del secretario general de la CGT, es reiterado, lo ha dicho en otras oportunidades, es una expresión que no tiene que ser leída en clave confrontativa –aseguró Tomada–. Moyano piensa así, cree que directamente un dirigente sindical puede pasar de ser conducción de un sindicato a conducir los destinos del país. Ese es un tema razonable, discutible, opinable, interesante, porque en nuestro país el movimiento obrero siempre ha tenido una presencia política.”

El diputado Carlos Kunkel también consideró “natural” el reclamo, pero advirtió que si en la CGT “se consideraran mal representados y ofendidos, hubieran retirado a esos candidatos”. Y defendió la necesidad de “impulsar la ocupación de cargos por la nueva generación, para que se vaya formando con los nuevos paradigmas que estamos tratando de renovar en el país y fueron históricos para el peronismo”.

Otro que opinó al respecto fue el diputado Edgardo Depetri, que sostuvo que si bien es “legítimo” el reclamo de los sindicalistas debido a la larga historia de lucha de la CGT como una parte importante del peronismo, “hoy hay otro escenario en la Argentina, no es más aquel que el movimiento obrero tenía con Perón en vida.”