EL PAíS
› LO HIZO UNA PETROLERA SALTEÑA PARA EVITAR CONFLICTOS SOCIALES
Un plan de desempleo, pero privado
› Por Laura Vales
Una empresa vinculada al sector petrolero acordó con los piqueteros de Salta pagarles cien sueldos de 500 pesos para que realicen trabajos comunitarios. El programa es una especie de subsidio de desempleo, pero financiado por el sector privado y con un contrato bimensual entre las partes por el que la firma cubre derechos laborales como aguinaldo y vacaciones. El nuevo sistema se está implementando en Mosconi, Tartagal y Aguaray. Para la empresa, es una manera de descomprimir la situación ante el reclamo de las organizaciones de desocupados que presionan para que las ganancias petroleras se inviertan en la generación de puestos de trabajo genuino.
El convenio se implementó entre Contreras Hermanos, que está construyendo un gasoducto, y las Uniones de Trabajadores Desocupados (UTD) de las tres localidades, que en los hechos están funcionando como los sindicatos de la zona. Para conseguir este acuerdo por trabajo comunitario, las UTD apelaron no sólo al corte de ruta como medida de fuerza, sino también a la posibilidad de impulsar un paro en la obra, ya que una parte de los obreros del gasoducto son integrantes de las organizaciones de desocupados, que tienen cupos de empleo en esa y en otras compañías.
Pepino Fernández, de la UTD de Mosconi, dijo a Página/12 que como contraprestación por los 500 pesos los piqueteros están levantando un salón multiuso, techando una escuela técnica, haciendo un arco de entrada en el aeropuerto local y trabajos de desmalezamiento, mientras que en Tartagal tienden la red de agua potable para un barrio.
Los cien puestos de trabajo comunitario se otorgaron el 25 de enero y en estos días está por ampliarse su número.
“Lo vemos como un avance comparado con los planes Trabajar, aunque el reclamo de fondo de la UTD es por la reestatización de YPF para recuperar los niveles de empleo” anteriores a la privatización, agregó el dirigente piquetero.
En Mosconi, la Unión de Trabajadores Desocupados tiene unos mil ochocientos integrantes, la mayor parte de ellos ex trabajadores de YPF. Una de las características de la organización es que utiliza los planes de empleo para hacer obra pública. Entre otros emprendimientos, con los subsidios los piqueteros trabajan en la construcción de aulas, la erradicación de ranchos y letrinas, sostienen ladrilleras y carpinterías. Han tenido, como todas las organizaciones de desocupados, problemas para avanzar en estos proyectos por falta de herramientas y de materiales, carencias que resuelven con cortes en los accesos de las empresas para que aporten los insumos. Que las privadas financien directamente planes de desempleo no tiene antecedentes en el país.
El acta de acuerdo dice que la medida se tomó “en atención a la situación social de la zona”, ante lo cual la empresa “destinará a tareas para la comunidad exclusivamente al personal que realizó el examen preocupacional”, es decir a aquellos que solicitaron trabajo en el gasoducto y no fueron convocados. El contrato establece jornadas de trabajo de 44 horas semanales con un sueldo neto de 576 pesos, aguinaldo, vacaciones y fondo de desempleo.
Los desocupados de Mosconi son apartidarios e impulsan medidas de lucha de mayor confrontación que las que se ven en el conurbano bonaerense, con cortes que no son masivos pero suelen paralizar la actividad del sector petrolero. Uno de los reclamos centrales es que las regalías gasíferas, “150 millones de pesos por año”, según apunta Fernández, “queden en Mosconi para generar trabajo. La zona genera miles de millones de pesos pero el dinero se va afuera, al punto de que ni siquiera hay bancos sino solamente un cajero automático”.
El acuerdo por trabajo comunitario tendrá cien beneficiarios y se extenderá, en principio, hasta principios de abril.