Néstor Kirchner se sintió anoche aliviado: recibió una encuesta sobre el distrito más populoso del conurbano bonaerense, La Matanza. Y no le va mal. Kirchner encabeza la intención de voto para presidente, seguido por Carrió y recién en el tercer y cuarto lugares aparecen los candidatos que, según todos los sondeos, están mejor entre los pobres: Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Menem. Es cierto que el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, respalda a Kirchner, pero sorprende la buena ubicación del santacruceño teniendo en cuenta que hasta ahora no ha conquistado el electorado de menores recursos y que se ha presentado como un candidato promovido por un gobierno, el de Eduardo Duhalde, que tiene un 53 por ciento de opiniones negativas entre los matanceros.
Las conclusiones surgen de un estudio realizado por la consultora Equis, que lidera el sociólogo Artemio López. Las entrevistas a los encuestados fueron personales, al azar y se respetaron los proporciones por edad, sexo y nivel socio-económico. La muestra fue de 400 personas y el estudio de campo se hizo entre el 24 y el 26 de febrero.
El cuadro de resultados muestra a Kirchner con leve ventaja sobre Carrió pero poniendo bastante distancia respecto de los otros dos candidatos del peronismo. En ese distrito, además, se nota una baja performance de López Murphy, y el radical Leopoldo Moreau muestra también aquí las enormes dificultades que tendrá para superar el uno o dos por ciento de los votos. El otro dato llamativo del distrito de La Matanza es que el voto protesta sigue alto –sumando los nulos, en blanco y que no van a votar, supera el 13 por ciento– y también hay un número nada despreciable de indecisos: uno de cada diez ciudadanos. Por último, en la encuesta de Artemio López figura un 7.4 por ciento de personas que van a votar a otros candidatos, lo que significa que la izquierda puede tener una aceptable performance en ese distrito.
No hay dudas de que uno de los grandes problemas que tiene el ex presidente Carlos Menem es el rechazo de una buena parte de la población. En La Matanza, nada menos que el 73 por ciento de los encuestados dicen que no lo votarían nunca.