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Misceláneas
Los angelitos de Manzano. La “libertad” de Cafiero. Bianchi con peronistas anti-Macri. Landau y Los Soprano. Chacho y Chupete en el Gran Rex. La visita de Fernández. Azzarini se calentó. Los perritos de Vanossi. Un aguante para Luisito.
Angelitos
“Manzano debería volver”, dijo ayer Miguel Angel Toma en un reportaje a La Nación. Aunque el titular de la SIDE es el primero que sabe que el ex funcionario menemista nunca se fue. De hecho, participó del acto de su lista de candidatos porteños, celebrado en el Círculo Italiano hace más de una semana. Pero por si le quedaban dudas, aquí algunos datos más: Manzano organiza reuniones políticas en el sexto piso de su departamento de Junín y Juncal, a donde suele concurrir el ex presidente Raúl Alfonsín, entre otras figuras destacadas. Más aún, todos se sorprenden y lo felicitan por el gigantesco mural de Mao Tsé Tung que adorna la pared. O por el quincho, con solarium, que levantó en la terraza. Aunque la mayoría lo abrazaría de emoción si pudiera observar los angelitos que decoran el cielorraso de su dormitorio, en el quinto piso del mismo edificio, que comparte con su actual mujer.
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Libre, como un pájaro
Aquella mañana de diciembre su Peugeot 405 no estaba en condiciones. Y entonces decidió viajar para la Capital en la Costera Criolla. A Mario Cafiero no se le cayeron los anillos por eso. Lo que sí se le cayó al diputado del ARI fue el celular. Pero lo que creía un problema se transformó en solución. Gritaba a los cuatro vientos su sensación de “libertad”... hasta que días atrás Elisa Carrió lo convocó para ser candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires. Su desesperación fue doble. Por la apuesta política y por la necesidad imperiosa de recuperar su teléfono. Sin embargo, el viernes a las 6.30 de la mañana, Cafiero llamó a la jefa del partido para “bajarse” de la candidatura por diferencias de criterio. Había matado dos pájaros de un tiro: otra vez podía estar “desconectado” sin remordimientos.
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El silencio es salud
El paraninfo fue el restaurante Giulia, en Sucre y Figueroa Alcorta. En la misma mesa conversaron animadamente varios de los hombres consagrados como candidatos del peronismo porteño, entre ellos José y Víctor Santa María, Roberto Digón y su mujer Silvia Gottero, ambos, a su vez, miembros del consejo directivo de Boca Juniors. La nota la dio el técnico xeneize Carlos Bianchi –hay que aclarar que su hija es la dueña del local–, cuando horas después se acercó para chancear y hablar de fútbol y política. Hubo risas incluso hasta cuando hablaron de Mauricio Macri, presidente de Boca y competidor directo del PJ por la Jefatura de Gobierno porteño, el próximo 8 de junio. ¿Será por eso que los comensales pidieron que no trascendiera el encuentro?
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A confesión de parte
Allí estaba Jorge Landau, entre amigos, contando que todos los dirigentes son como Tony, el protagonista de la serie “Los Soprano”. “La Argentina tiene mucho de eso, de código mafioso: cuando el tipo cree más en la relación personal que en las leyes está generando una reacción corporativa”, analizó el apoderado del justicialismo bonaerense. Todo bien, hasta que remató: “Yo tengo un mandante, toda la vida ha sido así, desde el ‘91, ya hago lo que él dice”, confió en clara alusión a Eduardo Duhalde. ¿Cómo era eso de las relaciones personales?
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Charlas
La tranquilidad de Juan José Paso al 1500, en barrancas de Martínez, se vio alterada el viernes a las 11 de la mañana. Autos, custodios y un movimiento poco habitual para los que conocen la zona. No se trataba de una reunión de gabinete. Tampoco paseaba por la cuadra Diego Armando Maradona. Sencillamente, el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, se había trasladado a la casa de Bernardo Neustadt para conversar durante media hora de algunos temas pendientes.
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La microinterna
Se sabe: el último domingo de febrero a Daniel Scioli se le rebeló la granja. Su staff de la Secretaría de Turismo, de militancia menemista, renunció en masa por la decisión del ex motonauta de integrarse a la fórmula de Néstor Kirchner. Pero lo curioso ocurrió un día después, cuando Federico Azzarini, el más menemista entre los menemistas, salió en defensa del ahora candidato y atacó con furia a los rebeldes. “Yo aprendí a no morder la mano que me da de comer. Yo también me fui de la Secretaría pero sin hacer escándalo en la prensa. Esa actitud es detestable. Y que quede claro que a Scioli lo voy a defender a muerte”, atizó el ex vocero de Carlos Menem y Scioli, y actual consejero del PJ porteño. Ah, ¿se podía decir que Azzarini también fue novio de la hija de Scioli?
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Regalitos
La ley es igual para todos. Pero seguramente si el que la incumple es un ex ministro de Justicia la bronca de la gente será mayor. Jorge Vanossi lo sabe y por eso la próxima vez que saque a pasear a sus dos yorkshire por Barrio Parque se cuidará –como no lo hizo ayer a las 18.30– de que no hagan sus necesidades en la calle, mucho menos enfrente de la casa de Susana Giménez. O, al menos, se preocupará en tener a mano una bolsita y una palita para que los vecinos no se pongan tan nerviosos con los “regalitos” y, de paso, cumplir con la disposición del Gobierno porteño “tu perro, tu caca”.
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El aguante
El jueves tomaron el vuelo de las 6.45 de Aerolíneas Argentinas rumbo a Catamarca, junto a otros partidarios de Luis Barrionuevo. Al fallido candidato a gobernador le deben varios favores, entre ellos haberles puesto la alfombra para desembarcar como representantes sindicales en el PAMI, la obra social de los jubilados. Por eso Domingo Petrecca (foto), del gremio de trabajadores de cementerios, y Reynaldo Hermoso, del de químicos, siempre están aprestos para los gestos de retribución. Y, si es necesario, algo más que los gestos. Por lo menos así se desprende de uno de los pasajeros del vuelo, quien escuchó a los dos “muchachos” cómo prenunciaban que en Catamarca iba a haber “goma” y que viajaban para hacer “el aguante a Luisito”.
* Colaboraron Sergio Kiernan y Martín Piqué.
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