La Policía Federal detuvo a 38 personas frente a los tribunales de Comodoro Py cuando estaban por realizar una concentración en apoyo a los enjuiciados de la agrupación Quebracho. El procedimiento fue presentado como una cuestión “preventiva” por la Federal, destinado a evitar “que se repitieran los incidentes” que se produjeron el miércoles de la semana pasada, cuando empezó el juicio. Los manifestantes, arrestados apenas se bajaron del colectivo en el que habían llegado a la zona, eran piqueteros del Movimiento de Unidad Popular (MUP). Treinta y tres de ellos fueron llevados a la comisaría 46 por averiguación de antecedentes y cinco por averiguación de delito.
En el interior de los tribunales federales se está realizando el juicio oral contra cuatro dirigentes de Quebracho –Fernando Esteche, Leonardo de Grosso, Guillermo Cabiasca y Carlos Franca—, acusados de “incitación a la violencia” durante la marcha número 100 de los jubilados. Por este motivo, desde la semana pasada militantes de esa y de otras agrupaciones se convocan en la entrada en solidaridad con los procesados.
Ayer, los jóvenes fueron demorados a medida que iban llegando a los alrededores de la sede judicial, donde se desplegó un operativo de unos 200 efectivos con media docena de carros de asalto y un hidrante. Al terminar el procedimiento, la policía mostró seis gomeras, tornillos y un arma confeccionada con dos palos unidos por una cadena, supuestamente encontradas dentro de algunas de las mochilas.
El abogado Javier Merino informó que “de los 38 detenidos, 33 lo fueron por averiguación de antecedentes”, una figura contravencional que permite demorar personas en la vía pública, mientras que a los otros cinco se les imputaría “averiguación de delito” por esas gomeras o palos. Los manifestantes fueron llevados a la comisaría 46, donde recuperaron la libertad a media tarde.
Hebe de Bonafini y otras dos madres de Plaza de Mayo acompañaron la concentración y presenciaron después un tramo de la audiencia oral desde los bancos reservados al público.
Los abogados defensores expresaron su preocupación por la manera en que el operativo fue presentado por la policía, “que buscó dar la idea de que estaba impidiendo un hecho de violencia cuando en realidad lo que impidieron fue que se realizara una manifestación”, señaló Merino. “Los juicios son orales y públicos, por lo que el hecho de haberlos detenido es ilegal, como también lo es que les hayan impedido manifestarse, o que se considere que por estar manifestando se comete un delito.”
Su colega Eduardo Soarez, que presenció parte del procedimiento, denunció que el comisario a cargo “no quiso identificarse y se negó a informar el nombre del juez a cargo” cuando le preguntaron si existía una orden judicial.
En la oficina de prensa de la Policía Federal informaron que las detenciones se produjeron por “atentado y resistencia a la autoridad”, cargos que fueron desmentidos por los letrados que ayer se notificaron formalmente de lo sucedido en la comisaría 46.
El juicio oral continuará hoy y se extenderá hasta el martes próximo. El miércoles pasado, cuando se inició, hubo disturbios callejeros y represión policial.
Anoche Fernando Esteche, uno de los cuatro procesados, dijo que mantendrán la convocatoria en la puerta de los tribunales y que están preparando “una marcha más grande” para el día en que los jueces den a conocer su veredicto.
Los episodios por los que son juzgados los militantes de Quebracho ocurrieron durante el gobierno de Carlos Menem, durante dos marchas de jubilados y en un abrazo al edificio del Congreso Nacional.