EL PAíS
› SE REABRE LA INTERNA RADICAL PARA BUSCAR CANDIDATOS
Conmoción en la UCR cordobesa
› Por Mónica Gutiérrez
El radicalismo de Córdoba está conmocionado por estas horas: a pocos días de que el ex intendente Rubén Martí declinara postularse a la gobernación por problemas de salud, el ex gobernador y ministro del Interior Ramón Mestre está luchando por su vida en una sala de terapia intensiva, a causa de una afección hepática aguda. Mestre era el candidato seguro de la UCR, más aún después de conocerse una encuesta que demostraba que ambos –el ex gobernador y Martí– estaban en condiciones de ganarle a José Manuel de la Sota. La inesperada situación obliga al radicalismo a pensar en un tercer candidato, ya que Mestre difícilmente pueda competir en los comicios. El diagnóstico del último parte médico señaló que el dirigente radical padece una “hepatitis aguda grave del tipo C, agravada por la presencia de dos nódulos hepáticos” y, según se conoció “está entubado y con respiración artificial”.
Increíble, desconcertante, inentendible. Los radicales cordobeses no encontraban ayer adjetivos para definir el estado de ánimo en el partido. Después de sus respectivas gestiones en la ciudad y en la provincia, Martí y Mestre quedaron en Córdoba como dos dirigentes políticos con alta imagen positiva para los tiempos que corren, por lo que cualquiera de los dos significaba para la UCR una gran chance de recuperar el poder en las elecciones –aún no convocadas formalmente– para el 8 de junio próximo. Pero la salud les está jugando a ambos una mala pasada: primero se bajó Martí, y formalizó su renuncia por escrito, para no dejar lugar a dudas. La tiroiditis y el cuadro de hipertensión que padece hicieron que los médicos desaconsejaran afrontar una campaña, porque no puede sufrir estrés sin poner en riesgo su vida. Después de su paso al costado, Mestre surgió como el candidato natural y automáticamente el justicialismo cordobés activó la nominación de De la Sota para pelear la reelección. “Mestre es un candidato menos dificultoso que Martí”, analizaron en el PJ local, pese a que las últimas encuestas difundidas señalaron estos números: Martí tiene el 44 por ciento de intención de voto, Mestre le sigue con el 41 y De la Sota está tercero con el 39 por ciento.
El ex ministro del Interior y su entorno esperaban la convocatoria oficial a los comicios de parte del gobierno provincial, para recién entonces proclamar la candidatura. De hecho, la fórmula aún estaba incompleta mientras se buscaba una figura extrapartidaria que lo acompañara. Mestre fue internado el lunes a la madrugada, aunque la información se conoció recién el martes por la noche. El jefe de terapia intensiva de la Clínica Romagosa, Carlos Bassani, precisó que se trata de una hepatitis crónica severa viral tipo C en estadío 4, lo que implica un compromiso extremo de la función hepática. Ayer su estado de salud se agravó y trascendió que debió ser entubado y recibir respiración artificial.
Las conjeturas políticas no se hicieron esperar. Todos saben que el radicalismo deberá echar mano a los pocos dirigentes que le quedan o a un extrapartidario, aunque la expectativa de ganar la provincia ya no es la misma. La especulación del nombre no se hizo esperar: Mario Negri, el ex intendente riocuartense Benigno Rins y algún que otro empresario fueron parte de los rumores. También se habló de organizar un operativo “clamor” por Martí, pero desde su entorno negaron rotundamente la posibilidad de que revea su decisión; “su salud está por encima, es un tema cerrado y definitivo”, precisaron. “Vamos a esperar a que Mestre se recupere y después hablaremos de candidaturas. La UCR no se va a quedar sin candidatos”, afirmó Miguel Nicolas, presidente del partido en Córdoba y mestrista de la primera hora.
El estado de salud de Mestre conmocionó a todo el espectro político. Por la clínica desfilaron ayer dirigentes de todos los signos políticos,mientras anoche Carlos Menem y Fernando de la Rúa se comunicaron con los familiares directos para conocer su estado de salud.