EL PAíS
› LOS SENADORES PERONISTAS EVITARON UNA EXPULSION
Barrionuevo, protegido por expertos
Se cortó la luz y se quedaron sin aire acondicionado en el día que tenían que tratar sanciones al senador-candidato catamarqueño que llamó a quemar las urnas. Su caso se tratará ahora en comisión.
› Por Felipe Yapur
Fue una sesión atípica, con corte de luz incluido. Los radicales llegaron al recinto con una idea firme: conseguir la exclusión de la Cámara de Senadores de Luis Barrionuevo por considerarlo responsable de la violencia que llevó a suspender los comicios de Catamarca. El PJ, en cambio, decidió que si bien nadie defendería al gastronómico, tampoco permitirían que los radicales se salgan con la suya. Es por esto que tras un largo debate, al cierre de esta edición, se aprestaban a votar el pase a Comisión de Asuntos Constitucionales para que se investigue la conducta del legislador y se defina cuál será el castigo que le corresponde. En el recinto, Barrionuevo negó todos los cargos y prometió renunciar a su banca en caso de que el PJ catamarqueño fuera derrotado en los próximos comicios porque “no necesito un cargo para defender a mi provincia”. Nadie lo aplaudió.
Desde un principio, en el bloque del PJ no había ánimos de condenar a Barrionuevo, pero tampoco de defenderlo. Estos sostienen que la proscripción existió, pero la quema y robo de urnas hizo que se volviera indefendible la situación del gastronómico. Así fue que la estrategia elegida fue dejar que la oposición hable, grite y condene para luego dejar morir el tema en la Comisión de Asuntos Constitucionales. El problema, en todo caso, es que dicha comisión la preside Cristina Kirchner, quien mantiene un inocultable enfrentamiento con Barrionuevo. Se lo advirtieron al senador durante la reunión de bloque previa a la sesión. Este no se amilanó y tiró sobre la mesa una serie de carpetas donde aseguró tener pruebas de los “negociados” de los Kirchner y que incluye además, según confiaron algunos voceros justicialistas, las “travesuras” de algunos otros integrantes de la bancada oficialista.
La preocupación por la actuación de Kirchner en el recinto llegó incluso al Ejecutivo nacional, quien encomendó al presidente del cuerpo, José Luis Gioja, para que intercediera ante la santacruceña. La legisladora fue tajante: “Ni Néstor Kirchner puede ordenarme que no baje al recinto”, le dijo a un silencioso Gioja.
Así las cosas, el PJ decidió bajar para escuchar los alegatos radicales y votar el pase a comisión. En un principio decidieron dejar el tema para el final de la sesión. En un primer momento lo logró. La UCR optó entonces por expresarse a través de las cuestiones de privilegio y así aprovechar la presencia de los canales de televisión que transmitían en directo. El primero en hacerlo fue el mendocino Raúl Baglini, quien no pudo terminar cuando un “sospechoso” corte de luz dejó en silencio al recinto y, sobre todo, a oscuras.
Cuando la luz se fue el recintó se silenció. Los que pudieron se miraron entre sí. Mientras el presidente del bloque radical, Carlos Maestro, exigía a viva voz que se investigue lo sucedido, Barrionuevo se dio vuelta y le dijo a uno de sus colegas que “esto lo provocaron ellos porque no tienen argumentos para acusarme”, señaló para luego sonreír.
Cuatro faroles “sol de noche” iluminaron el recinto durante los 45 minutos que duró el corte que se produjo sólo en el Senado. Los senadores esperaron sudando en sus bancas a que se restableciera el suministro eléctrico. En ese interín, los radicales presionaron para que se modifique el orden del día y consiguieron que cuando retorne la luz se debata el tema inmediatamente. Hubo acuerdo.
Con iluminación y aire acondicionado, Baglini retomó la palabra para recordar el caso de otro catamarqueño, Luis Luque, quien fue expulsado sólo por decir que si su hijo hubiera asesinado a una persona habría hecho desaparecer el cadáver para siempre. A su turno, Antonio Cafiero sostuvo que si bien no pensaba defender a Barrionuevo –“él lo tendrá que hacer en la Comisión de Asuntos Constitucionales”, dijo– insistió en la proscripción que a su parecer sufrió el PJ catamarqueño. Barrionuevo esperó con paciencia su turno. Cuando Gioja le dio la palabra, se incorporó en su banca y lanzó con su acostumbrada verborragia: “Esto es una pérdida de tiempo por toda la fábula y fantasía que se está diciendo”, señaló para asegurar que nada de lo que se dice que ocurrió en Catamarca sucedió. “No se quemaron ni se robaron urnas. Las que se incendiaron fueron las que utilizamos en enero durante las elecciones internas del PJ”, se justificó el polémico gastronómico. Los radicales lo miraron con inocultable incredulidad.
Casi sin respirar, el senador continuó con su explicación. Sin dar lugar a interrupciones, el sindicalista recordó que los jueces locales le impidieron integrar la fórmula por considerar que son “activistas radicales que tienen un comité en sus casas”. El propio Barrionuevo justificó su actitud: “No me quejo porque calavera no chilla y por eso recurro a la Justicia federal, a la Justicia independiente. Allí demostraré que tengo 60 años de residencia donde nací, me crié y me eduqué en la pobreza”. Luego advirtió a sus colegas del Senado que “en las próximas elecciones ganaremos con o sin Barrionuevo”, dijo para luego prometer que “si el PJ pierde renuncio a mi banca porque no necesito ser legislador para defender a mi pueblo. Nunca me avergonzó ser sindicalista, lo llevo con orgullo. Así que les pido que no me tengan miedo, porque el miedo está en las calles de Buenos Aires”.
No hubo aplausos, pero sí miradas de aprobación que le dispensaron algunos de sus colegas de bancada.
Al cierre de esta edición, la santacruceña Kirchner comenzaba a hacer uso de la palabra. Era la primera justicialista que criticaba a su compañero de bloque. “Jamás quemar urnas, sí votar en blanco o creando nuevos partidos. Así participamos”, lanzó la patagónica contra Barrionuevo, que no le quitaba los ojos de encima. No fue todo lo agresiva que preveían sus colegas. Se limitó a sostener que Barrionuevo representa como pocos a los “dirigentes que promovieron el Pacto de Olivos” y se mostró proclive a que la comisión que preside se exprese lo más rápido posible.