La presidenta Cristina Fernández “monitoreó” el ballottage porteño durante la tarde de ayer desde la residencia oficial en Olivos, desde donde se comunicó en forma telefónica con los dos contendientes luego de que se conocieran los resultados. Una vez concluida la jornada, el kirchnerismo evaluó de forma positiva el resultado obtenido por Daniel Filmus, tomándolo como un piso para la intención de voto de Cristina Fernández de cara a las elecciones primarias del 14 de agosto y las generales de octubre. Dirigentes del Frente para la Victoria y funcionarios del gobierno nacional coincidieron en ese diagnóstico luego de que comenzaran a divulgarse los números finales durante el escrutinio de ayer, aunque advirtieron que no se deben “extrapolar” de forma directa los resultados a la contienda nacional. También defendieron la decisión de Daniel Filmus de presentarse a la segunda vuelta a pesar de la amplia diferencia que lo separaba de Mauricio Macri.

“Hay muchos que apuestan a este modelo de país que lleva adelante” Cristina Fernández, sostuvo Juan Cabandié anoche en el bunker del FpV. El legislador porteño, que encabezó la lista del kirchnerismo en las elecciones del 10 de julio, sostuvo que el resultado de ayer expresa “una garantía de que Cristina tiene una empatía realmente impresionante en la Ciudad”. Aunque se cuidó de aclarar que “los comportamientos electorales están siendo bastante particulares porque hay una tendencia a votar a los oficialismos” en todos los distritos, Cabandié se mostró optimista respecto de lo que pueda pasar en las primarias que se celebrarán en dos semanas, y en octubre; por último volvió a respaldar la decisión de Daniel Filmus de participar del ballottage a pesar de exponerse a una derrota más grande: “La única batalla que se pierde es la que se abandona. No es un error cumplir con la Constitución, es una obligación”, argumentó.

En el kirchnerismo están convencidos de que no sólo harán una buena elección en el distrito, sino que probablemente puedan emerger en agosto y octubre como la primera minoría, algo que el PJ sólo consiguió en la Ciudad de Buenos Aires en 1995 de la mano de Carlos Menem, en circunstancias muy distintas. “El cálculo es sencillo: CFK tiene un piso del 35 por ciento, los votos de Macri no tienen dueño y se van a dividir entre varios. Ni siquiera el candidato de Pino va a poder retener el 10 por ciento que obtuvo Proyecto Sur en primera vuelta. Estamos a muy poco de ganar la Ciudad en agosto y octubre”, le confió a Página/12 un funcionario que sigue de cerca la campaña presidencial.

Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, felicitó al reelecto jefe de Gobierno, aunque pidió “no extrapolar los datos locales o provinciales a nivel nacional”. En declaraciones radiales, el funcionario estimó que “muchos de los votos de Macri irán a parar a Cristina” en las elecciones presidenciales. “Tuvimos siete elecciones donde nos fue muy favorable y no dijimos que ya estaba el resultado de agosto u octubre”, se comparó Randazzo con quienes auguran, basados en los resultados de Santa Fe y la Ciudad Autónoma, una derrota kirchnerista en octubre. Antes de abandonar el bunker, el ministro volvió a ratificar una vez más la realización de las primarias, boicoteadas desde la oposición: “Ya se han designado las autoridades de mesa”, detalló.

“Lo importante es que queda establecido que hay dos fuerzas en la Capital, la que gobierna y el Frente para la Victoria”, estableció, en tanto, el dirigente canillita Omar Plaini. En diálogo con este diario, uno de los hombres de confianza de Hugo Moyano sostuvo que el desafío ahora es “consolidarse como fuerza en la Ciudad de Buenos Aires para aspirar a ganar en 2015”, mientras que confió en que la base electoral del kirchnerismo en estos comicios “se podría ampliar también porque va a haber parte de los votantes del PRO que voten por la Presidenta”. De todas formas, agregó, aunque se mantenga en un número similar, “es un piso más que interesante para llegar a las generales”.