EL PAíS
› PANORAMA ECONOMICO
Esta vez hay presos
› Por Julio Nudler
José Javier Goñi, presidente y dueño de Rabello Sociedad de Bolsa, la bursátil extrabancaria líder, además de socio de Renault Argentina, fue procesado este martes 4 por el juez penal económico Bernardo Vidal Durand, quien ordenó su captura internacional al no haber sido hallado en su domicilio. Pero en las últimas horas se presentó detenido, aunque internado en la clínica Mater Dei. Como está cercano a cumplir 70 años de edad, se cree que procurará ganar tiempo hasta poder solicitar el arresto domiciliario. El ex gerente de la Mesa de Operaciones de Rabello, Alejandro Pablo Milito Bianchi (conocido como Miléitor), había sido capturado en su casa el 18 de febrero y alojado en la cárcel de Ezeiza, pero anteayer pasó a alojarse en la DUIA (Investigaciones Antiterroristas). Dictado el procesamiento, su detención fue ahora convertida en prisión preventiva. El mismo día fue apresado, pero en Villa Gesell, Pablo Salvemini, quien fuera un alto ejecutivo de la AFJP Siembra y se hallaba prófugo desde fines del 2001. Ayer comenzó a prestar declaración.
Lenta pero inexorablemente avanza así la causa abierta por denuncia conjunta de la Comisión Nacional de Valores y la Superintendencia de AFJP (que se mantiene como querellante) al descubrir una serie de aparentes maniobras de altos responsables de Siembra, firma perteneciente al Citibank, en perjuicio del fondo que administra, formado por los aportes jubilatorios de casi medio millón de asociados. Este rasgo –que se afectasen ahorros previsionales– confiere extrema gravedad penal a los hechos investigados. El affaire, sobre el que informó Página/12 un año atrás, es un caso testigo fundamental en relación al combate del delito financiero en la Argentina. Además de Siembra y Rabello, también es investigada la conexión con el Banco Privado de Inversiones, que preside Alejandro Estrada, conspicuo miembro del establishment financiero.
Uno de los involucrados es Francisco Luis Scola, que también pertenecía a Rabello, y que permanece detenido en Gendarmería desde el 22 de diciembre de 2001. Scola será sometido a juicio oral. Lo defenderá Mariano Ibáñez, abogado a quien conoció cuando también éste fue preso, en su caso por el escándalo de los amparos a depositantes, concedidos a raudales en el Chaco. Caer entre rejas suele ser un medio eficaz de apuntarse clientes. Pero los personajes más relevantes de esta causa han podido procurarse defensores de mayor talla, como los doctores Sarrabayrouse Bergelló y Valerga Aráoz h. en el caso de Goñi, Romero Victorica y Juan Vigliero en el de Milito y el estudio Fontán Balestra para Estrada.
Como en su momento se narró, la supuesta estafa de la que habrían sido víctimas los afiliados de Siembra consistía en adquirir acciones de sociedades extranjeras a través de Rabello, en operaciones efectuadas al comienzo de la rueda, sin identificar comitente (es decir, por cuenta de quién las adquiría la sociedad bursátil). Además, las órdenes no eran impartidas a través de la mesa de operaciones de Siembra, para evitar que quedasen grabadas, sino desde el celular del operador. Si luego, en el curso de la jornada, los papeles adquiridos se apreciaban, se hacía figurar como comprador al Banco Privado, que así realizaba una ganancia sin riesgo alguno. En cambio, si las acciones bajaban, era Siembra la que las había adquirido para sus afiliados, sobre cuyos fondos recaía el mal negocio de haberlas comprado caro por la mañana.
Un hecho notable es que Rabello ha podido seguir operando sin inconvenientes como sociedad bursátil a pesar de que varios de sus miembros, empezando por Goñi, su presidente, están tan gravemente comprometidos en este caso. Además, en su fallo el juez Vidal Durand los liga a otro manejo bajo pesquisa, referido a maniobras con títulospúblicos de Tucumán. Según expertos en mercados de capitales, la falta de punición es posible gracias a que en la Argentina rige el principio de autorregulación, que significa que el Mercado de Valores, cuyos accionistas son los agentes, se regula a sí mismo. Con gran sentido republicano y democrático, cuando un agente comete una infracción son sus pares quienes lo juzgan. La CNV ni siquiera puede sumariarlo. En concreto: hasta hoy Rabello no recibió sanción alguna del Mercado de Valores.
Mientras tanto, el juzgado aún no definió cómo va a avanzar sobre los presuntos terceros beneficiarios de las maniobras, es decir, el BPI y sus máximos responsables, Estrada y su vice Raúl Fernández, además de cuatro particulares. Pero en el reciente fallo, el juez respalda la presunción de que todos ellos formaban “un reducido núcleo perfectamente identificable, y por supuesto identificado por el titular de Rabello Sociedad de Bolsa”.
Como está claro que las irregularidades no se pudieron haber cometido con el único fin de favorecer al Banco Privado, desde un primer momento se procuró establecer cómo se cerraba el circuito de la ganancia, para que se repartiese entre todos los involucrados. El hecho de que varios miembros de Siembra poseyeran tarjetas de crédito emitidas por el BPI insinuaba cuál podía ser una vía de retorno para parte del lucro. Pero la investigación recién ahora va a concentrarse en este último eslabón.
La circunstancia de que dos de los implicados –el trader Pablo Salvemini, de Siembra, y Alejandro Milito, de Rabello– se mantuvieran largamente prófugos (sus voces aparecen en grabaciones comprometedoras, al igual que la de Scola) indujo a los demás imputados a concentrar en ellos la responsabilidad. Pero ahora, con su captura, desaparece esa coartada y las imputaciones suben en la escala jerárquica. Milito, por ejemplo, aporta elementos clave para comprometer a Goñi. En cuanto a la habilidad que tuvieron aquellos para eludir la detención, el juez parece haber desconfiado del celo con que eran buscados, ya que terminó encomendándole la tarea al Departamento de Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
El caso, que tiene la virtud de enlazar diferentes patas del negocio financiero, está provocando conmoción en el mercado. Lo que realmente impresiona a los operadores es la decisión con que vinieron avanzando tanto el juez como la sala B de la Cámara en lo Penal Económico, formada por Marcos Grabivker, Roberto Hornos y Carlos Pizzatelli. A sus manos llegarán ahora las apelaciones de Goñi y Milito, que irán a juicio oral si el cuerpo confirma lo actuado por Vidal Durand.