EL PAíS › OPINIóN
› Por Martín Granovsky
Lo primero es una hipótesis: si las primarias de anteayer fueron un plebiscito sobre el Poder Ejecutivo, parece difícil que el resultado del 50,07 por ciento se desmorone de aquí al 23 de octubre. Lo segundo es una certeza: la lectura de los datos indica que la fórmula Cristina Fernández de Kirchner-Amado Boudou quedó validada en todos los grandes centros urbanos de la Argentina menos uno. Ganó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en La Plata, en Mar del Plata, en Bahía Blanca, en Córdoba capital, en Santa Fe capital, en San Miguel de Tucumán y en Mendoza capital. La única derrota fue en Rosario, a manos de la fórmula Hermes Binner-Norma Morandini y por menos del 3 por ciento, a pesar de que el socialismo lleva 22 años gobernando la ciudad. La oleada de victorias en las grandes ciudades no se había producido nunca desde 2003. Incluso en las presidenciales de 2007 el resultado adverso en varios de esos centros marcó un indicio de desgaste del oficialismo. En aquel entonces la merma urbana fue compensada por un aluvión de votos en ciudades de menos de 50 mil habitantes que el kirchnerismo perdería en las legislativas de 2009.
Un repaso de los datos arroja otros elementos:
Cristina le ganó a Binner en Santa Fe, donde Binner gobierna.
n La fórmula oficialista terminó arriba de Ricardo Alfonsín-Javier González Fraga en Chascomús, ciudad de origen del candidato radical: 34,67 por ciento contra 26,31.
Eduardo Duhalde fue jefe supremo del peronismo bonaerense entre 1989 y 2005. El domingo no sólo fue derrotado por Cristina-Boudou sino que hasta perdió en su territorio. En Lomas de Zamora, de donde también es el candidato a vicegobernador de Daniel Scioli, Gabriel Mariotto, obtuvo sólo el 14,37 por ciento, contra el 57,06 por ciento del oficialismo nacional.
El distrito bonaerense más exitoso para Cristina fue Florencio Varela: 71,26 por ciento contra el segundo, Eduardo Duhalde-Mario das Neves, con sólo el 8,01 por ciento. Varela es el territorio del intendente Julio Pereyra, presidente de la Federación Argentina de Municipios, y del diputado Carlos Kunkel.
El 7 de agosto José Manuel de la Sota ganó la gobernación de Córdoba. El domingo su lista de precandidatos a diputados nacionales consiguió sólo el 6,74 por ciento, contra el 29,59 por ciento de los kirchneristas.
En Matanza, considerada a menudo la capital nacional del peronismo, tras una elección pobre del Frente para la Victoria en 2009 CFK obtuvo el 64,87 por ciento de los votos. Duhalde, sólo 10,12 por ciento. Participó el 77 por ciento de los votantes.
Duhalde había dicho que el escenario temible sería el de ocho millones de votos para Cristina. Fueron 10.363.319.
Con más del 48 por ciento, Scioli también resultó plebiscitado luego de cuatro años de gestión. Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella obtuvo el 5,74 por ciento. CFK quedó legitimada como candidata a la Presidencia por el voto del 53,09 por ciento, contra el 13,87 de Duhalde, gobernador bonaerense entre 1991 y 1999.
Federico Pinedo, cabeza de los precandidatos macristas para la lista porteña de diputados nacionales, informó que alrededor de la mitad de sus votantes eligió como fórmula nacional Duhalde-Das Neves.
En la conferencia de prensa de ayer al mediodía la Presidenta eligió nombrar a tres presidentes extranjeros. Al colombiano Juan Manuel Santos le reconoció la iniciativa que fue primicia de este diario. Fue Santos quien el 28 de julio en Lima, durante la cumbre de Unasur, recomendó a sus colegas discutir la crisis mundial. El uruguayo José Mujica apareció así: “Pepe fue el primero que me llamó. Querido Pepe, te mando un besito y nos vamos a ver el 29, cuando inauguremos el tren desde Concordia”. Y la tercera, Dilma Rousseff, quedó presentada como “la compañera y presidenta de Brasil”, junto con quien Cristina dijo que se propone exponer una posición conjunta ante la próxima cumbre del Grupo de los Veinte en Cannes, el 3 de noviembre.
El único tema parlamentario señalado por la Presidenta como un deseo urgente fue la Ley de Tierras, que prevé impedir la continuidad de la extranjerización de la propiedad e implicará, en general, el registro ordenado de los títulos y la regularización de quienes no lo tengan. Tal vez sea un signo para ocupantes, pero también para pequeños y medianos chacareros. Es decir, lo contrario del espíritu que animó la resolución 125 original.
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