Las organizaciones piqueteras que llaman a no votar realizaron un acto en la Plaza de Mayo como contracampaña electoral, en el que anunciaron que trabajarán en las seis semanas que faltan hasta el 27 de abril para impulsar el repudio a las elecciones. “Que ellos se voten entre ellos”, plantearon los oradores en el palco montado junto a la Pirámide, en el que hubo dirigentes de los desocupados acompañados por algunas seccionales gremiales y dirigentes universitarios.
La manifestación fue organizada por Barrios de Pie, el Movimiento de Jubilados y Desocupados, la CTD Aníbal Verón y otros grupos de formación más reciente, como el Movimiento Resistir y Vencer y el Frente 19 de Diciembre. En las columnas que entraron por Avenida de Mayo marcharon los docentes del Suteba y los municipales del SEOM de La Matanza. Durante el acto se leyeron adhesiones de asambleas, algunas de las cuales propusieron impugnar el voto unificando una consigna.
Las agrupaciones plantearon su posición en base a tres conceptos: que los reclamos expresados con los cacerolazos y manifestaciones producidos desde diciembre del 2001 no obtuvieron ninguna respuesta, que los candidatos presidenciales defienden “medidas similares” expresando todos “la continuidad del modelo”, y que “aun en el caso de que alguno quisiera impulsar cambios reales, con los jueces que integran la Corte Suprema y la corrupción existente en el Congreso, no podría avanzar”.
En ese marco, Jorge Ceballos, de Barrios de Pie, recordó que tanto Hipólito Yrigoyen a principios del siglo pasado como el peronismo tras la Revolución Libertadora apelaron a la abstención y el voto blanco para expresarse políticamente “cuando el sistema no permitía la participación de los nuevos sectores populares que emergían o en épocas de proscripción”.
Castells apeló a un tono más alto. “No vamos a parar hasta que se vayan todos, así haya que quemar la Casa de Gobierno con todos ellos dentro”, sostuvo al cierre de su discurso. El dirigente saludó “a los partisanos italianos que colgaron a Benito Mussolini y a los mineros bolivianos que hicieron lo mismo con el presidente Villarroel”. Castells dio por descontado que, al cierre de las presidenciales, el voto impugnado, en blanco y la abstención serán mayoría, por lo que anticipó que organizarán un festejo en el Obelisco cuando termine el horario de votación.