Poco a poco cobra fuerza la estrategia para liberar a Luis Barrionuevo de culpa y cargo por su responsabilidad en la violenta suspensión de los comicios en su Catamarca natal. Por estas horas, en el bloque de senadores del PJ ha comenzado a circular la idea de postergar la sesión prevista para el 26 de marzo. El argumento utilizado sostiene que no es conveniente “influir” en el resultado de los posibles comicios que el gobierno catamarqueño estaría planeando convocar para el domingo 30. Los ideólogos de la estrategia sostienen que una expulsión del gastronómico le brindaría al gobernante Frente Cívico y Social la mejor herramienta electoral para derrotar al PJ catamarqueño. El problema para esta estrategia está en que el gobernador Oscar Castillo –envuelto en una furibunda crisis política– todavía no decidió cuándo será la nueva fecha de elecciones.
La idea surgió de uno de los principales aliados de Barrionuevo en el Senado, el riojano Jorge Yoma. El primero en adoptarla como propia fue el jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto, quien sostiene que la propuesta de Yoma es “absolutamente razonable” y aseguró que buena parte del bloque “la está aceptando”. No está tan errado el rionegrino. Varios senadores consultados por este diario consideraron como “atinada” la propuesta. Eso sí, tanto el ideólogo como los que compraron la idea sostienen que la última palabra la dirá Cristina Fernández de Kirchner, quien tiene a su cargo la Comisión de Asuntos Constitucionales desde donde debe salir el dictamen acusatorio o exculpatorio del legislador por Catamarca.
Esta estrategia comenzó a gestarse el miércoles pasado, cuando Barrionuevo llegó a la reunión de bloque acompañado por una serie de dirigentes del PJ catamarqueño quienes enfrentaron a los senadores con un solo argumento: “Ustedes escuchan y discuten a partir de las acusaciones del Frente Cívico, pero deben tener en cuenta que acá no está en juego la cabeza del compañero Barrionuevo sino el futuro del justicialismo catamarqueño”.
Cuando los senadores todavía estaban deglutiendo la advertencia, los catamarqueños les recordaron que sobre el autodenominado “proscripto candidato” pesa una denuncia de sedición que tiene la Justicia provincial que para ellos está claramente enrolada en el oficialismo. Indicaron que, en cuestión de días, los fiscales estarán en condiciones de solicitar la detención de Barrionuevo que complicará aún más el panorama institucional de aquella provincia.
Todo esto preparó el terreno para la propuesta de Yoma que generó un efecto aglutinador, corporativo, en el resto de los senadores justicialistas que no quieren cargar con la responsabilidad de favorecer al radicalismo en detrimento de “un compañero”, por más que no compartan su particular forma de hacer política.
Eso favorece la idea de postergar una semana la sesión. Claro, el encuentro se trasladaría para el 2 de abril, que es feriado, pero además –y no es poca cosa– la campaña presidencial entra en su recta final y seguramente será muy difícil encontrar por esos días un legislador en la Cámara alta.
Acá no termina la historia. Los ideólogos sostienen que la determinación de posponer la sesión debe contar con el aval de Fernández de Kirchner. Esta especie de cláusula gatillo esconde una trampa, que nadie quiere reconocer, pero que a todas luces demuestra que es una forma de comprometer a la santacruceña con la supuesta suerte electoral del PJ de Catamarca. Ayer, Página/12 intentó consultar sin éxito a Kirchner quien se encontraba de gira proselitista por Neuquén. De todas formas, colaboradores suyos indicaron que hasta ahora no hay modificación del cronograma previsto para la sesión del 26 de marzo y que se espera que el próximo martes Barrionuevo realice su descargo en la comisión.
Hay un dato más. Es probable que todo el armado esté preparado en realidad para favorecer otra jugada, que uno de los ideólogos deslizó ante este diario. Consiste en que Barrionuevo, enterado de la idea de postergar la sesión, se oponga y exija que su suerte se defina sí o sí el 26. Entonces, frente a la amenaza de perjudicar al PJ de esa provincia, sus compañeros de bancada terminen oponiéndose a una expulsión. La teoría parece descabellada pero nada es imposible en el universo Barrionuevo.
Ahora bien, todo este complicado entramado está atado a lo que suceda en Catamarca. Para que cuaje la idea de Yoma es necesario que Castillo convoque a comicios para el domingo 30. El gobernador y conductor del Frente Cívico sigue evaluando qué hacer. Por un lado, al actual gobernador no le disgusta la idea de anular los comicios –que todavía permanencen suspendidos– para desplazar a Eduardo Brizuela del Moral y pelear su reelección porque sabe que sin Barrionuevo de contrincante puede triunfar sin problemas. Pero hay problemas. Si anula los comicios, caen las impugnaciones y presentaciones judiciales contra el gastronómico y todo vuelve a empezar con el desgaste que ello implica.
Así las cosas y hasta tanto se aclare un poco el panorama, Barrionuevo continúa preparando su defensa junto a un grupo de colaboradores catamarqueños –los mismos que comandaron el boicot de los comicios del 2 de marzo– que incluirá la presentación de videos, testigos y hasta una página web, todavía en construcción, donde volcarán todos los elementos que demuestran “la campaña sucia” que orquestó el Frente Cívico y donde se podrá acceder a una síntesis de su defensa.