EL PAíS
› ARAUJO Y NIEMBRO USAN SUS APARICIONES PARA HACER CAMPAÑA POR EL CANDIDATO MAS MENEMISTA
Un equipo de Menem para Macri
Según los propios peronistas, Fernando Niembro no superaría el 3 por ciento de intención de voto. Decidido a no ser otra vez funcionario (fue quien anunció el indulto en nombre de Menem), Niembro funciona como operador político de Macri. Lo ayuda Marcelo Araujo, un experto en filtrar propaganda política en medio del relato de un partido.
› Por Gustavo Veiga
Componen un dueto radial y televisivo que, sin rodeos, se fijó un objetivo político: que Mauricio Macri ocupe la jefatura de gobierno porteño. Otra vez son los fogoneros de un candidato, como ocurrió en el pasado con referentes peronistas variopintos (desde Carlos Menem a Hilda “Chiche” Duhalde). Fernando Niembro y Marcelo Araujo, dos de los periodistas deportivos más influyentes, machacan sobre por qué debería votarse al presidente de Boca, el hombre que ellos eligieron para administrar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. O el que los eligió a ellos.
Sin ambages, estos operadores del ingeniero utilizan con insistencia sus espacios en la emisora La Red o en el programa “Fútbol de Primera” para propalar frases categóricas sobre el próximo comicio: “Buenas noches, si Aníbal Ibarra se hubiera preocupado de la salud y la educación tanto como lo hizo con Racing e Independiente, hoy estaríamos mucho mejor”, abrió Araujo el programa futbolístico de mayor audiencia el domingo pasado en Canal 13. Su amigo y socio hace lo propio desde “De una con Niembro” o la señal de cable Fox: “Si pierde Macri, a los botes”, sugirió hace un par de semanas mientras su compañero Miguel “Tití” Fernández entrevistaba al empresario.
La hoja de ruta que guía los pasos de los dos comentaristas tras el dirigente se extiende, en el caso de Niembro, a la Fundación Creer y Crecer. Su ex esposa, Mirta Regina Brizuela, alquiló un local en la Boca en 1997 para que desarrollara sus actividades aquella organización ideada por Macri y el garante resultó el experimentado polemista televisivo (ver aparte). Desde entonces, la relación entre ambos ha sido demasiado fluida, a tal punto que dentro del PJ porteño se considera al periodista como quien impulsa con más vehemencia el respaldo a la candidatura del líder de Compromiso para el Cambio.
El 19 de febrero de 2002, la revista El Gráfico le realizó una entrevista al ex secretario de Medios del primer gobierno de Carlos Menem en la que admitió lo que él mismo calificó de error: que estuvo a punto de involucrarse en política. Niembro afirmó durante el reportaje: “Yo puedo ayudar y aportar, pero jamás sería diputado o senador, aunque me muero de ganas. Igual creo que tengo más poder desde los medios de comunicación”. En efecto, ése es el poder que utiliza como pregonero de las cualidades del ingeniero. Sin embargo, no es desdeñable la influencia que indudablemente todavía ejerce en el justicialismo.
“Fernando opera desde adentro del peronismo para apoyar a Macri. Por eso le pegaba a Scioli hasta que se bajó de la candidatura a jefe de gobierno y se convirtió en el compañero de fórmula de Néstor Kirchner”, comentó uno de los asistentes a la reunión clave que se efectuó hace unos días en el Sindicato del Seguro, en la esquina de Tucumán y Carlos Pellegrini, para analizar las chances peronistas en el distrito.
Allí estuvieron los hombres más activos del PJ porteño, encabezados por Miguel Angel Toma, quien intentó disuadir a sus compañeros de que los bajos porcentajes electorales que tienen ciertos aspirantes a cargos electivos –entre ellos Niembro– auguran magros resultados. El periodista no superaría el 3 por ciento en la intención de voto. El jefe de la SIDE también conversó el último miércoles con el empresario y candidato en sus oficinas de la central de inteligencia, persuadido de que las posibilidades de su partido crecerían con Macri encabezando las boletas.
Ajeno a estas alquimias políticas, Araujo reivindica que su arribo al PJ se produjo antes que el de su amigo. “Soy peronista antes que Niembro”, le respondió en un reportaje a Jorge Guinzburg en mayo de 2000. El relator profesa desde hace años su fe menemista y, aún hoy, mantiene contactos con el ex presidente. Empero, sus simpatías políticas son tan sinuosas que hanido desde la defensa de la última dictadura militar –compartida con Mauro Viale en ocasión del Mundial ‘78– al reconocimiento de figuras emblemáticas de la izquierda universal como el Che Guevara y Fidel Castro. Ahora agregó a su nómina de preferencias electorales al ingeniero Macri.
Ventajas de la prensa
Mientras Macri negocia con un sector del PJ porteño el acompañamiento a su candidatura y va dejando heridos por el camino en el club que gobierna desde hace poco más de siete años –y que utilizó como trampolín para su salto definitivo a la política nacional–, Niembro y Araujo continúan respaldándolo desde sus programas radiales y televisivos. No en vano arrecian sus críticas contra Aníbal Ibarra en cuanta ocasión se les presenta, con razón o sin ella y venga a cuento o no. En el análisis más global sobre lo que este tipo de apoyos representa, Digón advierte que “Macri tiene una ventaja porque viene del campo empresarial y deportivo y sus relaciones periodísticas son importantes. Ese es un atributo con que cuenta sobre los otros candidatos”.
Lo que no pueden evitar los dos periodistas más allá de las encuestas electorales son ciertas manifestaciones de desaprobación hacia el candidato que ambos apoyan. A fines de febrero, el líder de Compromiso para el cambio concurría a una charla que tenía pensado dar en el buque Mihanovich, anclado en el riachuelo frente al corazón de la Boca. Pero cuando se dirigía hacia el navío para cumplir su cometido, un grupo de vecinos del barrio le salió al cruce para abuchearlo. Presuroso, el hombre que aspira gobernar a la ciudad pese a que las empresas de su holding familiar le facturan al fisco porteño una suma varias veces millonaria, abandonó el incómodo sitio. El escrache, liderado entre otros por Rubén Granara Insúa, un personaje pintoresco que es el presidente vitalicio de la 3 República de la Boca, casi termina en disturbios cuando algunos policías de civil se infiltraron en la movilización.
Niembro y Araujo sostienen con insistencia en sus intervenciones mediáticas la fidelidad que le profesan al ideario justicialista. Otra vez, ante la dificultosa tarea que significa la búsqueda de un candidato del PJ en el distrito, optaron por difundir con ahínco las cualidades que ofrece Macri para gobernar, aunque desde programas de fútbol y no de política.
En ese marco, resulta una pena que Carlos Salvador Bilardo haya declinado hace tiempo su candidatura a presidente de la Nación. El ex técnico de la selección nacional de fútbol resultaba un personaje pintoresco en la contienda. Y así como los dos periodistas propalan las bondades del ingeniero apoyándose en la administración de Boca como antecedente, hubiera sido más entretenido escucharlos explicando la táctica con que el Narigón consiguió el título mundial de 1986.
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