EL PAíS
Un correntino sarcástico
De buen humor, como cada vez que inauguró alguna obra pública –un hobby que conserva desde su gestión como gobernador–, Eduardo Duhalde contó ayer una anécdota que, tal vez, otro presidente se habría guardado. Estaba en la localidad de Malvinas Argentinas, en medio de la inauguración de la sede local del Anses. Y allí relató un hecho que le sucedió cuando se topó con unos albañiles. “Estábamos en Morón, no recuerdo bien, donde se inauguraba una planta de neumáticos. Volvimos a pasar por ahí viendo cómo la ponían en marcha. Al salir del acto, a unas tres cuadras había una gran obra en construcción, con unos 100 trabajadores sabiendo que el Presidente podría pasar por el lugar”, contó Duhalde. Y luego continuó con su relato ante los periodistas. Que culminó con una expresión inesperada, pronunciada por un inefable correntino, que abordó a Duhalde con un tono simpático y campechano pero no se privó de hacer unas cuantas críticas. “Entonces me hicieron señas para que parara y eso hice. Me bajé y me metí entre los trabajadores, que estaban muy animosos. Había un correntino que llevaba la voz cantante, que me elogiaba en demasía y me palmeaba y me decía ‘vos no te vas a ir’... y que esto y que el otro. Y yo les dije, ‘miren muchachos yo lo prometí y me voy’. Y el correntino me mira a los ojos y me dice ‘está bien, ya hiciste bastantes cagadas’”, narró. Ajeno a los reparos, Duhalde cerró su intervención con un autoelogio. “Alguno debía hacerse cargo y me tocó a mí. Y lo hice con todo amor, con todas mis fuerzas”, dijo sobre su gestión.