Aníbal Ibarra no pasó ayer por alto el lanzamiento formal de la candidatura de Mauricio Macri a la Jefatura de Gobierno porteño: “Viene a ser gerente del Estado”, declaró Ibarra y advirtió que el empresario podría usar la ciudad para beneficio de sus empresas. “Si hizo negocios en Misiones con su amigo (el senador justicialista por Misiones, Ramón) Puerta, ¿por qué no los va a hacer con su padre?”, fue su razonamiento. La defensa del presidente de Boca corrió por cuenta de su compañero de fórmula, Horacio Rodríguez Larreta, quien aseguró que en caso de que gane las elecciones, las “empresas vinculadas con la familia Macri” no participarán de las licitaciones que se realicen durante su gestión.
Lo mismo que afirmó Rodríguez Larreta dice el propio Macri desde que decidió lanzarse a la arena política y probar suerte en la Ciudad de Buenos Aires. Ibarra, sin embargo, lo puso en duda.
“Mucho más que las palabras, valen los hechos en la vida”, destacó Ibarra y acto seguido recordó que Macri “hizo negocios por decenas de millones de dólares en Misiones cuando su íntimo amigo Puerta era gobernador”. Sobre la base de ese antecedente, el jefe de Gobierno se preguntó: “Si lo pudo hacer con su íntimo amigo, ¿por qué no lo va a hacer con su padre o alguien cercano a su padre? Son los hechos, no las palabras”.
La participación de Macri y su familia en empresas que tuvieron o tienen negocios en la ciudad es algo que ocupa desde hace tiempo la atención de los colaboradores de Ibarra. De hecho, en la Jefatura de Gobierno ayer mismo se preguntaban: “¿Quién trasladará acaso las urnas el día de las elecciones?”. Esa tarea está habitualmente a cargo del Correo Argentino, una empresa que quedó en manos de los Macri a partir de su privatización durante el gobierno de Carlos Menem, con quien el presidente de Boca tiene –según Ibarra– lazos que oculta. “Macri –sostuvo al respecto– esconde sus vínculos con Menem porque sabe que en este distrito no le conviene.”
Ibarra destacó, en declaraciones a la Rock and Pop, que en las elecciones porteñas del próximo 8 junio estarán en juego “dos proyectos políticos absolutamente distintos”. De su adversario dijo que “viene con un proyecto de una corporación empresaria a hacerse cargo del Estado, cosa que ya intentó porque, si se recuerda, (el ex intendente Carlos) Grosso fue gerente de Socma”.
En su flamante papel de escudero del empresario, Rodríguez Larreta manifestó, por el contrario, que Macri representa “un cambio de dirigencia” y tiene por virtud ser “un buen administrador”. El ex interventor del PAMI también cargó contra el jefe de Gobierno y estimó que de acceder al poder en la comuna “lo primero que hay que hacer es lo que no hizo Ibarra, que es licitar todos los servicios”. Fue, entonces, que afirmó que “no participarán de la licitación empresas vinculadas con la familia Macri”.
Mientras Macri sigue estudiando un eventual acuerdo con el PJ por medio del jefe de la SIDE, Miguel Angel Toma –”se está conversando con mucha gente”, admitió Rodríguez Larreta–, Ibarra también está tratando de encolumnar a la centroizquierda detrás de su postulación y por eso no se ha pronunciado públicamente en favor de ninguno de los candidatos presidenciales que considera propios del “espacio progresista”: Néstor Kirchner, Elisa Carrió y Alfredo Bravo. “Mi opción va a ser por uno de ellos”, agregó el jefe de Gobierno y reconoció que “es una gran deuda que tenemos” los sectores progresistas “el no haber podido conformar un espacio en el cual estuvieran los tres”.
Ibarra también aclaró que el lanzamiento de créditos a pymes y microemprendimientos por parte de la Ciudad “no tiene nada que ver” con la campaña electoral. En ese sentido, explicó que el programa de reactivación diseñado por la Secretaría de Desarrollo Económico “es parte de un proyecto de ayuda del Estado a pequeñas empresas con capacidad de exportar” o “fabricar productos que sustituyen importaciones”, como partede “un concepto de Estado que interviene en el proceso económico de un distrito”.