Si bien la concurrencia duplicó la del año pasado, este Foro Social Mundial mostró mayor distancia entre los organizadores y gran parte de los participantes. De hecho hubo dos foros. Por arriba se busca “humanizar” y “democratizar” al capitalismo –FMI, OMC, ONU, ALCA–, alentando plebiscitos y reformas. Por abajo, en cambio, se busca coordinar la batalla para enfrentarlo consecuentemente y derrotarlo.
- Por eso, aunque el lema central era “por un mundo sin guerras”, hubo ministros y diputados europeos que apoyaron la guerra contra Afganistán. Al comenzar el foro parlamentario, junto a compañeros italianos, palestinos, brasileños y de otros países hicimos un acto de repudio a semejantes personales.
- Por eso el Foro fue una especie de lavado de cara para los imperialistas de Europa, que critican a Bush pero ajustan a sus pueblos y encima respaldan a las multinacionales que nos saquean. A otro nivel lo mismo vale para muchos dirigentes sindicales y políticos latinoamericanos, como los del Frenapo, que en Porto Alegre posan combativos, pero en casa frenan las luchas, aceptan treguas y participan en concertaciones y pactos sociales.
- Por eso el plenario de movimientos sociales no votó una campaña de apoyo a la lucha en Argentina ni un llamado concreto de movilización global, sino un calendario formal con iniciativas contra el ALCA recién en 2003.
- Por eso el EZLN, las FARC y la ETA directamente fueron excluidos.
- Por eso los paneles giraron alrededor de los gurúes y los debates centrales fueron muy limitados.
Afortunadamente, por abajo el Foro fue otra cosa. Fue la presencia de miles de luchadores gremiales, juveniles y sociales de todo el mundo, mostrando la diversidad y a la vez la similitud de sus luchas. Fue el rechazo al imperialismo capitalista en todas sus variantes y la búsqueda para unir fuerzas y abrir nuevos caminos. Fue también –y lo comprobé a cada paso– la enorme simpatía, solidaridad y avidez por conocer la pelea del pueblo argentino. Aunque los organizadores sólo se referían a nuestro país como ejemplo del fracaso del modelo neoliberal, la otra cara, de la cual no hablaban aunque es la más importante, también estuvo presente: la del Argentinazo, los cacerolazos, los piquetes, las asambleas vecinales y la Asamblea Interbarrial, expresión de ese doble poder que está creciendo como alternativa.

* Diputada porteña (MST-Izquierda Unida).