Luis Rubeo asumió ayer la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe tras una disputa política con María Eugenia Bielsa, en la que ambos peronistas llegaron hasta el final. Rubeo ganó por un voto de diferencia, el suyo (16 a 15), al tercero en discordia, el radical Darío Boscarol, que también se votó a sí mismo, en una aventura del Frente Progresista por retener el cargo, que no prosperó. Bielsa terminó tercera, con once voluntades y una abstención, la suya.

La pulseada entre Rubeo y Bielsa fracturó a los 28 diputados del PJ en dos espacios (16 por un lado y 12 por el otro), pero no bien se proclamó el resultado, Rubeo se dio vuelta hacia Bielsa, que estaba justo detrás de su banca y le tendió las manos.

“Este episodio nos duele a todos. Pero que nadie se confunda, no tener unanimidad en la elección del presidente de la Cámara no significa que no vamos a asumir la responsabilidad que nos cabe como fuerza mayoritaria”, advirtió Bielsa, que llegó hasta el final.

Rubeo también llevó la puja hasta el último minuto, al extremo de votarse a sí mismo, obligado por Boscarol, que un rato antes inauguró el voto propio. No hay antecedentes de un presidente de la Cámara que acceda al cargo por un voto de diferencia y, encima, el suyo.

Una vez anunciado el resultado de la votación que lo dio ganador, Rubeo se levantó y aprovechó que Bielsa estaba justo detrás de su banca para cerrar la disputa. Los dos se confundieron en un abrazo, mientras el resto de los diputados del PJ, de uno y otro sector, aplaudieron el gesto. Después, Rubeo encaró hacia el estrado, donde la vicegobernadora Griselda Tessio le tomó el juramento.