La ratificada ministra de Seguridad, Nilda Garré, adelantó que la semana próxima egresarán de los institutos de formación de las fuerzas de seguridad 200 efectivos especializados en mediación. “Están entrenados para intervenir, sin armas, en peleas intrafamiliares, en peleas de vecinos. Su objetivo es la contención y serán desplegados en los barrios más humildes. Hemos tomado el modelo de las policías de pacificación que actúan en las favelas de Brasil”, explicó Garré. La ministra adelantó que habrá 400 efectivos adicionales en la llamada “ruta de la cocaína” en el Norte y se está trabajando en reforzar la vigilancia en los ríos, también para combatir el narcotráfico. Garré aclaró que no está en los planes una transferencia de efectivos de la Federal a la Metropolitana, que hoy mismo se pondrá en marcha un gigantesco operativo conjunto de ambas fuerzas en la zona de Constitución y que ya hay indicios de reducción en la cantidad de robos de automóviles. La ministra también elogió las gestiones que en su momento hicieron Juan Pablo Cafiero y León Arslanian en la provincia de Buenos Aires.

Nilda Garré fue entrevistada ayer por Mónica Cahen D’Anvers, César Mascetti y este cronista en Radio del Plata. Fue a horas de haber sido ratificada como ministra.

“Estoy muy orgullosa de que la Presidenta siga confiando en mí –sostuvo Garré–. Aún tenemos profundas transformaciones que realizar e instituciones que requieren de cambios. A veces me sorprendo con lo obsoleto de algunas tecnologías que todavía usamos. La ciencia, la tecnología son fundamentales en el combate contra el delito. Les doy un ejemplo casi elemental. Estamos reformando el Hospital Churruca, porque nos importa muchísimo la salud de nuestros efectivos. Fíjense que tuvimos que incorporar tomógrafos y aparatos que muchísimos hospitales tienen y nosotros teníamos que salir a pagar los estudios en otras instituciones. Por primera vez, la semana pasada empezamos a revisar a los efectivos en las propias comisarías. En una sola comisaría entregamos 70 anteojos.”

–¿Qué sucede con el robo de autos, el delito en el que mueren más personas?

–Empezamos a tener estadísticas que marcan una baja. Pero volvemos al tema de la tecnología. Por un lado, estamos instalando 300 cámaras en el sur de la ciudad de Buenos Aires, la zona donde más vehículos se roban. Esa colocación tendrá un efecto disuasivo muy importante. Además, estamos trabajando con las compañías de seguros para que más piezas de los autos tengan numeración y se haga más difícil la comercialización de repuestos de autos robados.

–Muchos dicen que la clave de la tarea de seguridad está en romper la alianza entre el delito y una parte de los efectivos policiales.

–No hay dudas. A la policía hay que depurarla de los malos policías sin que a uno le tiemble el pulso. A los buenos policías, que trabajan bien, que arriesgan su vida, hay que capacitarlos y darles elementos modernos.

–¿Cuánto gana hoy un integrante de la Policía Federal?

–No menos de 5500 o 6000 pesos. Otro objetivo es que se reduzcan los adicionales y que tengamos efectivos descansados.

–Algunos consideran que todas las experiencias de reforma policial, de combate contra el vínculo policía-delincuentes, terminan mal. Es el caso de las gestiones de Juan Pablo Cafiero o de León Arslanian en la provincia de Buenos Aires.

–Juampi Cafiero es un amigo personal y tengo la mejor de las opiniones sobre su gestión y la de Arslanian. El problema es que no hubo continuidad en las medidas que ellos tomaron y, sobre todo, en el principio fundamental: tiene que haber una total y absoluta conducción política de la seguridad. No se puede caer en que las fuerzas de seguridad ejerzan una especie de autogestión. Si uno cree que el problema se puede solucionar con una especie de negociación con las fuerzas, pero sin asumir las riendas, lamentablemente esa autonomía lleva a deformaciones muy grandes y a una corrupción y prostitución de algunos sectores de las fuerzas. La política de seguridad es integral, abarca distintas áreas de los gobiernos porque lo social es decisivo y está en las causas profundas del delito. La continuidad de la tarea y la voluntad irrenunciable de ejercer el control político son las claves.

–No faltan quienes agitan el fantasma de México en cuanto al narcotráfico.

–La Argentina está, afortunadamente, a años luz de la situación de México. Este año vamos a superar todos los records de incautación de drogas. Estamos haciendo esfuerzos importantes: se instalaron radares aéreos y terrestres en el Norte, sumaremos ahora 400 efectivos más de la Gendarmería para el control de la llamada ruta de la cocaína y trabajamos en un plan para fortalecer la presencia de las fuerzas de seguridad en los ríos por los que transita la marihuana. Desde ya que percibimos una reducción importante en los vuelos clandestinos por el efecto disuasivo de los radares.

–¿Se va a transferir algo de la Policía Federal a la Policía Metropolitana?

–No, eso no está previsto.

–¿Y cómo está su convivencia con el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro?

–Estamos manteniendo una convivencia lo más sensata y racional posible, en beneficio de los vecinos. El objetivo es que, por ejemplo, compartamos toda la información. Nuestras bases de datos del Registro de Reincidencias, las imágenes de nuestras cámaras y las de la Ciudad. Mañana (por hoy) estaremos a punto de lanzar en forma conjunta un gran operativo en Plaza Constitución y los alrededores. Es para prevenir robos, tráfico de drogas y un ámbito de trata de personas para prostitución. Habrá cámaras, efectivos motorizados y una acción conjunta muy fuerte.

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