EL PAíS
Duhalde ironizó sobre el viraje político de Menem
En Roma el Presidente dijo temer que su rival ahora le declare la guerra a Estados Unidos. Con menos sarcasmos, aludió a la votación en la ONU sobre Cuba, tema que debatirá hoy con Ruckauf.
La primavera romana evidentemente le sienta bien. O al menos lo ha relajado tanto que ya no se priva de los chistes. Ayer, poco después de encontrarse con el Papa, el presidente Eduardo Duhalde se plantó ante los periodistas y fingió preocupación por la postura que su eterno rival interno, Carlos Menem, está asumiendo sobre el conflicto bélico en Irak. “Temo que le declare la guerra a Estados Unidos”, ironizó.
En verdad, Duhalde no escuchó lo que un influyente referente menemista en materia de relaciones exteriores venía contando en diversas reuniones privadas. “Nosotros le tenemos que declarar la guerra y apenas ellos acepten el desafío nos rendimos”, ridiculizaba el soldado del ex presidente sobre la manera de hacer resucitar las relaciones carnales.
Duhalde, a un océano de distancia, también se divirtió con el cambio de postura de Menem, aunque lejos de especular sobre el vínculo del ex mandatario y la administración Bush, lo suyo era una clara chicana de campaña proselitista.
“Los candidatos dicen una cosa y están convencidos de otra. Cuando anuncié el 1º de marzo que no íbamos a (apoyar) la guerra (contra Irak), Menem salió muy enojado diciéndome que teníamos que acompañar a Estados Unidos, pero ahora parece que, en plena campaña, ha cambiado de opinión y temo que le declare la guerra a Estados Unidos”, ironizó.
No es el único rasgo distintivo del duhaldismo respecto de la gestión Menem. También podría anunciarse en las próximas horas un cambio de postura de la Argentina respecto de Cuba en la Asamblea de Naciones Unidas, tal como adelantó Página/12 hace dos domingos.
Tanto Menem como Fernando de la Rúa mantuvieron la condena hacia la Isla en materia de derechos humanos. Duhalde dejó entrever que en esta oportunidad podría “abstenerse”, fortaleciendo así una postura regional junto con Brasil. De todos modos, el tema no está cerrado y hoy mismo el Presidente y su canciller Carlos Ruckauf –poco partidario de hacer lo que su jefe propone– abordarán el tópico en Madrid, a donde recalarán para compartir una cena con el presidente español José María Aznar.
Duhalde aprovechó ayer también para salir a descartar cualquier posibilidad de fraude en las nacionales del 27 de abril. El tema se instaló con fuerza en los últimos días. “Son parte de la campaña presidencial, sobre todo, de dos candidatos justicialistas, quienes antes decían que me quería quedar”, dijo en clara alusión a Menem y Adolfo Rodríguez Saá.
“Durante cuatro meses estuvieron diciendo que me quería quedar y mientras hacía todos los esfuerzos para que avanzaran los comicios ellos decían que era mentira. Ahora se terminó eso y empiezan con estos temas, pero no tiene ningún sentido porque las elecciones las controlan la gente y sobre todo las autoridades de mesa, que estarán bien pagas para que estén todo el día sentaditas y contando votos”, afirmó.
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