EL PAíS › LA BICAMERAL APROBó LOS DECRETOS, INCLUYENDO AL QUE PLANTEA REVISAR REMUNERACIONE ESTATALES
Con amplia mayoría en la Comisión Bicameral, el oficialismo aprobó ayer también el DNU que pone límites a los intereses que se cobran a los jubilados y el que modifica el marco regulatorio de las prepagas.
› Por Miguel Jorquera
En pleno receso parlamentario y con el Congreso casi vacío, la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo se reunió ayer en el Senado para su conformación y aprobó los últimos Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) firmados por la Presidenta. Con una composición mayoritaria tras el recambio legislativo de diciembre –diez de los 16 miembros de la Bicameral permanente–, el oficialismo convalidó sin inconvenientes los DNU que reasignan partidas presupuestarias, modifica el marco regulatorio de la medicina prepaga, les pone tope a los intereses de los créditos para jubilados y propone revisar los adicionales extraordinarios que cobran los empleados públicos, que desató el reclamo de los gremios estatales. El flamante presidente de la Bicameral, el diputado kirchnerista Jorge Landau, afirmó que “esto no implica ningún cercenamiento” sobre los trabajadores estatales. Los legisladores opositores firmaron un dictamen de minoría rechazando el DNU que revisa los sueldos estatales y lo señalaron como “campañas de realismo y ajuste”. Su condición de “bicameral permanente” (sesiona todo el año aun durante los recesos parlamentarios) interrumpió las vacaciones de varios de sus miembros. Aunque tras el recambio legislativo que acompañó la elección presidencial de octubre, el oficialismo ya no tendrá dificultades –lo demostró ayer– para imponer su criterio en la comisión que se encarga de revisar los DNU y las facultades delegadas por el Congreso al Ejecutivo, como sucedió en los últimos dos años con una paridad de fuerzas entre oficialismo y oposición y hasta dos presidencias paralelas, una para cada uno de los bandos, que paralizaron su funcionamiento.
Así, el kirchnerismo logró aprobar ayer los cinco DNU que CFK firmó en los últimos días del año pasado. Una lista que incluye la reasignación de partidas presupuestarias, la modificación del marco regulatorio de la medicina prepaga, cambios del organigrama del Ministerio de Relaciones Exteriores, topes a los intereses de los créditos otorgados a jubilados, y el que se propone reexaminar los pagos adicionales, bonificaciones o suplementos salariales extraordinarios en la administración pública.
Este último DNU fue el que se llevó la mayor parte de un escaso debate en el Salón de Lectura Arturo Illia del Senado. Landau, elegido para presidir la Bicameral, afirmó que el decreto que faculta al Ejecutivo a revisar las remuneraciones extraordinarias, no incluidas en el sueldo regular de los trabajadores estatales, “no implica ningún cercenamiento” a los sueldos básicos de los empleados públicos. Al mismo tiempo que explicó que el DNU propone crear “una comisión para interpretar esta normativa en cada área de la administración pública”, ya que en varios ministerios hay dos o tres escalas distintas para estos adicionales. “No afectará los beneficios y alcances de los convenios colectivos ni cambiará los sueldos”, reafirmó el senador Miguel Angel Pichetto.
El radical Pedro Tunessi llevó la voz cantante de la oposición y justificó el dictamen de minoría al objetar el DNU porque “es tan amplio y genérico”. “No creía que esta medida no intentaba avanzar en un recorte de los salarios de los empleados públicos”, respondió con cierta ironía Tunessi a la justificación del oficialismo y lo chicaneó al afirmar que sus propuestas “son campañas de realismo y ajuste”.
Sin embargo, el oficialismo estaba seguro de que no tendría sobresaltos. Ahora, la situación es diferente. El kirchnerismo tendrá diez de las 16 sillas de la comisión, de la que son miembros varias de sus principales figuras parlamentarias. Entre ellos, los presidentes de sus bloques de senadores y diputados, como Pichetto y Agustín Rossi, además de la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich, presidenta provisional del Senado. La nómina oficialista se completa con los diputados bonaerenses Jorge Landau, Luis Cigogna, Diana Conti y Eduardo De Pedro, y los senadores Pablo González (el santacruceño ocupará la vicepresidencia de la Bicameral), Marcelo Guinle y María de la Rosa.
En tanto, cinco de los seis miembros de la oposición son radicales: los senadores Luis Naidenoff y Ernesto Sanz, y los diputados Jorge Albarracín (que ocupará la secretaría de la Bicameral) y Juan Pedro Tunessi. Mientras que el mendocino Enrique Thomas será el único diputado en representación del peronismo disidente, hasta que sus compañeros de la Cámara alta designen al senador del PJ opositor que ocupará el último sillón en la Bicameral.
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