La presidenta Cristina Fernández de Kirchner “ha tenido una evolución más que favorable” en su recuperación posoperatoria, manifestó ayer el vicepresidente Amado Boudou, que continúa en funciones del Poder Ejecutivo mientras se extienda la licencia de la mandataria. “El cambio de pronóstico de su enfermedad es algo que ha puesto contentos a todos los argentinos, que la verdad que estábamos preocupados y tuvimos este nuevo diagnóstico que nos deja con una tranquilidad total para seguir adelante”, celebró.

La Presidenta permanece en Olivos y recibió ayer la visita del médico que la intervino, Pedro Saco. Si bien, tal como ocurrió desde su alta, no hubo ninguna información oficial sobre su estado de salud, trascendió que el médico la encontró de “muy buen ánimo” y la autorizó a realizar viajes en avión apenas concluya su licencia, aunque le advirtió sobre los riesgos de retomar anticipadamente la actividad física.

Ante la falta de partes de la Unidad Médica Presidencial, que fue la encargada de informar sobre el estado de la salud presidencial desde que se le descubrió un tumor en la glándula tiroides hasta que abandonó el Hospital Austral, las afirmaciones de Boudou, quien mantiene varias comunicaciones diarias con la jefa de Estado, sirven para seguir la evolución de la salud de CFK.

Ayer fue la segunda jornada en la que el vicepresidente tuvo actividad pública desde que se hizo cargo del Poder Ejecutivo, el 4 de enero. Tras compartir una conferencia de prensa con Julio De Vido y otros funcionarios (ver páginas 2 y 3), encabezó un acto en el partido bonaerense de Ensenada, donde inauguró una central hidroeléctrica, y luego otro en la explanada de la Casa de Gobierno, donde presentó el primer camión autobomba fabricado en la Argentina, fruto de un convenio entre la multinacional Mercedes Benz y Tecin, una pyme nacional.