La UCR ya prepara los motores para su primera interna del año. Se trata nada más ni nada menos que de la pelea por la conducción del radicalismo bonaerense, batalla que en 2009 catapultó al diputado Ricardo Alfonsín como dirigente nacional y que dio origen a su posterior candidatura presidencial. El alfonsinismo pretende retener el control partidario que logró en aquella elección, mientras que referentes del disuelto cobismo, como el intendente de Junín, Mario Meoni, ya salieron al ruedo para disputar la sucesión. El histórico cacique Leopoldo Moreau aseguró a Página/12 que todavía no discutieron el tema aunque van a “promover una nueva generación” de dirigentes.

“Hay que intentar construir una alternativa en la provincia y para eso es necesario pelear por la conducción del Comité Provincia”, sostuvo ayer Meoni, quien supo ser el hombre de confianza de Julio Cobos. Según el intendente de Junín, “hay un claro divorcio” entre el radicalismo y la sociedad que hace necesario un cambio. En su momento, el cobismo impulsaba una alianza “amplia” que involucraba al peronismo de Francisco de Narváez y también al PRO de Mauricio Macri.

Meoni admitió que mantuvo conversaciones con Emilio Monzó, encargado del armado nacional del PRO, pero aclaró que tienen una relación “personal” hace bastante tiempo, ya que son de la misma sección electoral. “No tiene que ver con que estemos al servicio de Macri y que tengamos que hacer una alianza”, explicó.

Además de Meoni, otros ex cobistas como el diputado Mario Barbieri y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, suenan como posibles candidatos. Sin embargo, los tres deben sortear el obstáculo que establece la Carta Orgánica provincial: ningún radical que tenga un cargo electivo puede ocupar la conducción del Comité Provincia. Por eso los cobistas preparan una reforma que les permita superar esa barrera. Como antecedente a favor, el actual presidente, el alfonsinista Miguel Bazze, es diputado nacional y cuenta con una excepción aprobada por la Convención local.

La renovación de autoridades está prevista para mayo o junio de este año, pero los distintos sectores ya están empezando a posicionarse. En el alfonsinismo están confiados en que van a retener el poder, ya que se consolidaron como línea interna en las últimas elecciones generales. Bazze, sin embargo, dejó trascender que no busca renovar su mandato, por lo que podría postularse Carlos Pérez Grecia, actual secretario general bonaerense.

“En el caso de la provincia vamos a poner el acento en promover una nueva generación de dirigentes, siempre con el compromiso con refundar el radicalismo”, aseguró Moreau a este diario. El ex miembro de la Coordinadora está concentrado en el armado de un encuentro nacional en Mar del Plata para el 27 de enero. Planea allí el lanzamiento de una línea nacional del radicalismo “que exprese una corriente popular y progresista” inspirada en la figura del ex presidente Raúl Alfonsín. Serán de la partida el intendente de Mendoza, Víctor Fayad; el vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, y el senador nacional por Corrientes, Eugenio “Nito” Artaza, entre otros. “Tenemos que impulsar figuras nacionales que rompan esta hegemonía de los dirigentes que vienen manejando el partido hace diez años”, señaló Moreau.

La elección del nuevo presidente del radicalismo bonaerense se produce luego de la fallida alianza con el peronista disidente Francisco de Narváez, que terminó generando la ruptura con el socialismo a nivel nacional y profundas críticas hacia adentro de la UCR. El sector de Federico Storani fue el más duro opositor a esa alianza, mientras que Moreau, como aliado circunstancial del alfonsinismo, terminó convalidando el acuerdo.

Habrá que esperar entonces para saber si finalmente se reedita la alianza que tuvieron los cobistas con el sector de Moreau y Federico Storani en 2009 para enfrentar al alfonsinismo. Tampoco se pronunció al respecto el presidente del Comité Nacional, Mario Barletta, más cercano al grupo de intendentes que al Movimiento de Renovación Nacional de Alfonsín.