EL PAíS
Para Matzkin, las denuncias de fraude son “boludeces”
El ministro del Interior descalificó las críticas por manejos non sanctos del escrutinio. El domingo habrá un simulacro.
El tema del fraude ya es un poco como las brujas, no existe pero está. Al menos, está instalado: los candidatos presidenciales, sus vices y el Ministerio del Interior salieron a discutir ayer sobre el fantasma del fraude que, aparentemente, sobrevolará lo que queda de campaña y la jornada del 27 de abril. En Interior insisten en que quienes instalan la sospecha sobre la limpieza del escrutinio son unos irresponsables y que quien tenga dudas puede participar del ensayo general que realizarán el domingo en un centro de cómputos que se armará en el Correo. En lenguaje llano, el ministro Jorge Matzkin opinó que todo cuanto se diga al respecto son “boludeces de campaña” pero, no obstante, adelantó que puede haber “alguna tensión” el día de la elección entre los candidatos más votados.
Matzkin es quien está en el ojo de la tormenta porque hasta en el comando de campaña del oficialista Néstor Kirchner desconfían de él, ya que lo consideran cercano al menemismo y poco confiable para fiscalizar un recuento que imaginan será muy parejo entre dos o tres candidatos. Pero los palos al ministro le llegan de todos lados.
El candidato a vicepresidente de Carlos Menem, el salteño Juan Carlos Romero, había dicho el martes que el estilo del duhaldismo era hacer fraude, así que no le extrañaría que lo hicieran el 27 como “lo hicieron en Catamarca”. Ayer se le sumó el puntano Adolfo Rodríguez Saá: “Se está preparando un clima de fraude para suspender las elecciones porque saben que van a perder, y no admiten perder una elección”.
No fue el único. En un debate de candidatos a vicepresidente, Melchor Posse, Gustavo Gutiérrez y Ricardo Gómez Diez agrandaron el clima de sospecha. “Existe la posibilidad” de fraude, aseguró Gutiérrez, el compañero de Elisa Carrió. Como justificativo para sus dudas se preguntó por qué el Gobierno rechazó el ofrecimiento que le hizo la Justicia brasileña para cederle en forma gratuita el sistema de fiscalización electrónica que se utilizó en la elección que resultó electo Lula.
Otro que habló fue el candidato presidencial del socialismo, Alfredo Bravo. “No tenemos confianza, no solamente en las fechas que establecen los calendarios, sino por los manejos que se vienen produciendo últimamente en el aspecto político institucional”, explicó Bravo.
Desde el oficialismo salieron a responder a lo que consideran son acusaciones sin ningún sustento. “Descarto totalmente la posibilidad de fraude”, dijo Daniel Scioli. “No tengo miedo: se va a contar voto por voto y se sabrá quien ganó aunque haya poca diferencia en los resultados”, agregó el compañero de Kirchner quien, como ya se dijo, no confía tanto en la transparencia de Matzkin y su equipo escrutador.
Ante la avalancha de declaraciones, el ministro del Interior aclaró que no había tenido de parte de los candidatos presidenciales o sus apoderados “ninguna presentación, ningún llamado telefónico, absolutamente ninguna inquietud vinculados con cuestiones sobre la organización de los comicios”. Por eso, agregó que “lo que vale es la realidad concreta y no discursos de barricada que están generando con anterioridad climas que no se corresponden en absoluto con el estado de la sociedad”. Su segundo en el ministerio, Cristian Ritondo, consideró “una irresponsabilidad cívica” denunciar fraude. “No se dan cuenta del mal que le están haciendo al sistema democrático”, opinó. En Interior recordaron que el domingo harán un simulacro de elección para el que están invitados todos los candidatos.