En la Casa Rosada insisten que un anuncio oficial de Néstor Kirchner de que Roberto Lavagna seguirá en Economía fortalecerá al santacruceño en la carrera electoral. Sin llegar a tanto, algo hizo ayer el candidato. Confirmó que Lavagna “es el responsable” de su equipo económico de campaña, aunque no quiso anticipar si seguirá en su puesto de ministro en caso de un triunfo el 27 de abril. El anuncio seguramente tuvo en cuenta una encuesta que hombres de Eduardo Duhalde encargaron a la Consultora Equis, que lidera Artemio López, en la que justamente se pide opinión sobre la continuidad del titular de la cartera económica. Aunque casi la mitad de las personas contesta que Lavagna no debe seguir, el porcentaje que apoya la continuidad es altísimo, más aún si se lo compara con la imagen y evaluación que detentaron los ministros de Economía anteriores. Cavallo llegó incluso a tener apenas un dos por ciento de apoyo en la población.
La movida para incorporar a Lavagna motivó los contactos personales entre el ministro y el candidato y también la realización del estudio de Equis ya que se barajaba la posibilidad de que Lavagna fuera o bien canciller o bien titular de Economía en una eventual gestión de Kirchner.
En el trabajo de Artemio López, hay casi un 37 por ciento que ve con buenos ojos que Lavagna continúe, lo que es casi el doble de la intención de voto que hoy registra Kirchner, alrededor del 20 por ciento. Esto significa que el ministro ampliaría el público del candidato, le daría a otros ciudadanos una razón para votar al santacruceño.
En verdad, a Kirchner se le presenta con Lavagna el mismo problema que con una infinidad de aspectos de la campaña. El interrogante está centrado en si Kirchner debe aparecer o no como una continuidad del gobierno de Eduardo Duhalde y un producto de una movida política del Presidente. De hecho, el santacruceño ha aceptado en las últimas semanas la realización del acto de River –armado por el duhaldismo bonaerense– y recorre el Conurbano de la mano de los punteros del primer mandatario. Pero lo de Lavagna sería dar un paso más en esa imagen de que el gobierno kirchnerista es heredero del duhaldista, aunque en la Casa Rosada –y lo creen también varios asesores de campaña electoral– están convencidos de que también le da a Kirchner una imagen de mayor gobernabilidad y marcaría una idea de lo que el santacruceño haría a la cabeza del Ejecutivo.