EL PAíS
La oposición no consiguió modificar el cronograma
La coalición de partidos que quería votar un nuevo calendario en la Legislatura no logró los votos necesarios.
› Por Santiago Rodríguez
La Legislatura porteña no aprobó ayer la postergación de las elecciones a jefe de gobierno y legisladores de la Ciudad de Buenos Aires que Aníbal Ibarra convocó para el próximo 8 de junio. Contra lo que había asegurado, la oposición no consiguió reunir los votos necesarios para sancionar la iniciativa que impulsaban los candidatos que prefieren dejar los comicios para más adelante. Ibarra se anotó así una victoria a su favor, aunque no puede dar la batalla por ganada porque varios legisladores prometieron volver a la carga con el proyecto la semana que viene.
Antes de insistir en el tratamiento de la prórroga de las elecciones para el próximo 5 de octubre –esa era la fecha que fijaba el proyecto–, la oposición tendrá que reponerse del revés que significó no poder conseguir los votos necesarios para habilitar sobre tablas el tratamiento de la iniciativa. De los 37 votos que necesitaba –o sea los dos tercios de los presentes en la sesión– aquellos que pretendían dejar sin efecto el cronograma electoral definido por Ibarra sólo consiguieron 27. Los 3 diputados de izquierda –Vilma Ripoll, Patricio Echegaray y Jorge Altamira– prefirieron abstenerse y 25 votaron a favor de mantener en pie la fecha del próximo 8 de junio para los comicios locales.
En los cálculos de la oposición no estaban las ausencias de más de un legislador que supuestamente acompañaba el proyecto ni la tardanza de Enrique Rodríguez en llegar al recinto. “Me demoré porque pensé que el debate se iba a prolongar”, explicaría después a Página/12 el candidato -o mejor dicho uno de los tantos– de Adolfo Rodríguez Saá en el distrito. Su ausencia fue quizás la más notoria porque Rodríguez integró junto al radical Cristian Caram, a Patricia Bullrich (alineada con Ricardo López Murphy) y a los kirchneristas Rafael Bielsa y Gustavo Beliz el grupo de candidatos a jefe de gobierno que promovía la aprobación de la iniciativa.
El trámite de la sesión reflejó en forma acabada el actual escenario político porteño. Los más acérrimos defensores de dejar la convocatoria a elecciones tal cual está formulada fueron los ibarristas con los socialistas y sus flamantes socios del ARI. Los legisladores que responden a Elisa Carrió descolocaron a la oposición porque horas antes de la sesión habían aceptado habilitar el tratamiento sobre tablas del proyecto y una vez que llegaron al recinto votaron en contra porque a esa altura su jefa ya había cerrado el acuerdo electoral con Ibarra.
Ibarra no es el único que quiere las elecciones sean el 8 de junio y eso también se vio en el recinto: los diputados de su principal adversario, Mauricio Macri, también impidieron que fueran postergadas para octubre.
A favor de ambos jugó la vicejefa de gobierno, Cecilia Felgueras, quien como presidenta de la sesión hizo una interpretación a rajatablas del reglamento e impidió todo debate del proyecto. “Hoy la ampara el beneficio de la duda: no se sabe si está jugando para Ibarra o para Mauricio Macri”, ironizó un asesor del bloque oficialista, donde dan por ciertas las sospechas que existen en la Jefatura de Gobierno acerca de que Felgueras terminará al lado del empresario.