EL PAíS
La Corte reabrió una causa contra Solanas iniciada por Menem en 1991
Con la sola disidencia de Enrique Petracchi, la Corte reabrió una causa por calumnias e injurias que Menem le había iniciado a Fernando Solanas. El cineasta fue baleado después de declarar ante el juez.
› Por Victoria Ginzberg
La Corte Suprema dispuso que se reabriera un juicio por calumnias e injurias que el ex presidente Carlos Menem inició contra Fernando “Pino” Solanas. El 13 de marzo de 1991 el cineasta dijo en la revista Noticias que el cine era “cada vez más caro por Menem y su pandilla”. Y agregó: “Todo el menemismo y todo este carnaval no tiene nada que ver con el peronismo. Yo los he expulsado como el pueblo los ha expulsado y los ha denunciado por estafadores, traidores y corruptos”. Debido a las demoras que sufrió el expediente, tanto en primera como en segunda instancia se declaró la prescripción de la causa, pero los Supremos anularon las decisiones anteriores y ordenaron que la Justicia volviera a pronunciarse.
“Se deja sin efecto la sentencia apelada. Vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por medio de quien corresponda, proceda a dictar un nuevo fallo”, aseguraron en una escueta resolución, envuelta en un lenguaje técnico, el 20 de marzo pasado los ministros Julio Nazareno, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Eduardo Moliné O`Connor, Guillermo López, Juan Carlos Maqueda y Adolfo Vázquez, quien fundamentó su decisión por separado. Enrique Petracchi votó en disidencia y argumentó que “mantener sometido a proceso al imputado habiendo transcurrido más de diez años del hecho y con un plazo de prescripción de dos años supondría una interpretación de la `secuela de juicio’ inadmisible”.
El 22 de mayo de 1991 Solanas fue convocado por el entonces juez federal Martín Irurzun para que ratificara o rectificara las declaraciones que habían sido publicadas dos meses antes y por las que Menem le había iniciado una querella en la que reclamaba para el director de Sur un año de prisión y el pago de quinientos millones de australes. Allí no sólo confirmó lo que había dicho, sino que anunció que intentaría probarlo. “De ninguna manera mi intención fue la de agraviar a la persona del señor Presidente. Mi intención no fue otra que la de expresar y denunciar la gravísima situación institucional política y económica del país. Yo quiero probar la verdad de mis afirmaciones y supongo que si Menem está convencido de la honradez y legitimidad de su gobierno, no se va a negar a que yo ofrezca la prueba y llegue a las últimas consecuencias con mis observaciones”, aseguró Solanas, cuyas palabras a Noticias no habían sido las primeras ni las más duras críticas al gobierno menemista. Según explicó su abogado, Julio Raffo, el cineasta pidió la declaración de Menem con el objeto de demostrar que en su gobierno y bajo su responsabilidad se produjeron hechos cuyos autores “podrían adecuadamente ser descriptos como `estafadores`, `traidores`y `corruptos`”.
Al día siguiente de presentarse ante el juez, Solanas fue baleado con seis tiros en las piernas. Los responsables materiales y los instigadores del atentado nunca fueron descubiertos, pero el cineasta supuso y supone que la advertencia de “si no te callás la boca la próxima es en la cabeza”, no había salido de personas ajenas a Menem.
Solanas, que fue luego diputado, renunció a sus fueros parlamentarios para que la querella que le había iniciado Menem pudiera continuar, pero la causa tuvo muchas demoras porque el ex presidente había denunciado también al director y editor responsable de Noticias y a la autora de la nota. Por eso, el juzgado de primera instancia declaró prescripta la causa, medida que fue confirmada en abril de 1999 por la Sala I de la Cámara Federal, con los votos de Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani. Ahora, después de cuatro años, la Corte decidió reabrir la querella y ordenar que se dictara un nuevo fallo. La causa está ahora en el juzgado de Norberto Oyarbide.