El macrismo terminó de definir el viernes pasado, en una reunión que presidió el propio Mauricio Macri, su estrategia para intentar bloquear el traspaso del transporte público de la Ciudad a la órbita de su administración pese a la casi segura derrota que sufrirá en el Parlamento. La propuesta fue convocar a la Legislatura de la Ciudad para tratar todos los proyectos sobre la autonomía y exigir el traspaso de subtes y colectivos con los recursos que ahora aporta el Estado nacional. Un paso previo a recurrir a la Corte Suprema con un planteo de “conflicto de poderes”. Hasta anoche se discutía la posibilidad de incorporar al temario un proyecto del ex CC Juan Pablo Arenaza de convocar a un plebiscito por el traspaso.

El temario de la convocatoria a la Legislatura porteña para las 19 incluye iniciativas de todas las bancadas. Entre ellas, una declaración sobre las competencias de la ciudad autónoma impulsada por el PRO, varios pedidos de informes sobre el traspaso del subterráneo a la Ciudad e iniciativas opositoras como, por ejemplo, la que rechaza el aumento de la tarifa que decretó el jefe de Gobierno. “Queremos discutir el traspaso de todas las competencias que tiene la Ciudad con los recursos económicos que corresponden”, insistió ayer la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal. “Al rechazar el manejo de los subtes, contradice los pasos administrativos y demuestra su escasa voluntad para trabajar por la autonomía”, replicó el jefe del bloque de legisladores del Frente para la Victoria, Juan Cabandié. También criticó “la falta de responsabilidad” de Macri y le reclamó que tenga “una visión federal de la Argentina”. El ministro de Planificación, Julio De Vido, salió a cruzar la propuesta de un plebiscito. “Es como si Mendoza hiciera una consulta popular para saber quién debe hacerse cargo del Aconcagua. Las responsabilidades no se plebiscitan, sino que se asumen”, arremetió el ministro.