La diputada kirchnerista Diana Conti se encargó de exponer el proyecto votado por la Cámara baja.
Imagen: Télam.

Con una amplia mayoría, la Cámara de Diputados convirtió ayer en ley el traspaso del transporte urbano de la ciudad de Buenos Aires a la órbita del gobierno porteño. El proyecto del Ejecutivo para trasladar a la Ciudad Autónoma los subterráneos, el Premetro, 33 líneas de colectivos y el tranvía de Puerto Madero cosechó 162 votos a favor, entre los legisladores del kirchnerismo, sus aliados más cercanos y de la UCR, que apoyó la iniciativa en general, aunque con disidencias sobre el artículo que involucraba al transporte automotor. El rechazo a la iniciativa obtuvo 54 votos entre el macrismo, el Peronismo Federal, la Coalición Cívica y algunas de las fuerzas que integran el Frente Amplio Progresista, como el GEN, el juecismo cordobés, Libres del Sur y el único socialista porteño. El resto de los socialistas y la UP –ambos del FAP– optaron por la abstención, igual que Proyecto Sur y un puñado de peronistas disidentes.

La ley también establece que se cumpla el plazo previsto en el artículo 5º del acta acuerdo (90 días) entre los gobiernos de la Nación y de la Ciudad para culminar el proceso del traspaso de los subtes. El macrismo apuesta ahora a dilatar todo el proceso en los tribunales hasta llegar a una definición de la pulseada en la Corte Suprema. Un final que también descuentan en la mayoría de las bancadas opositoras.

El debate en el recinto de Diputados siguió el mismo derrotero que la discusión que se planteó en el plenario de comisiones del martes. La kirchnerista Diana Conti defendió el proyecto del Ejecutivo “un encuadre puramente constitucional”, como respuesta a Raúl Zaffaroni, a quien mencionó como “un ministro de la Corte Suprema” que había adelantado que este tema muy probablemente “iba a terminar de la Corte”.

Conti explicó que en su momento el gobierno nacional había tomado “la facultad de privatizar subtes y a lo largo del proceso licitatorio se le dio la concesión a Metrovías” y a la Ciudad se le otorgó “la capacidad de ser el concedente, situación jurídica que el jefe de Gobierno porteño ejerció no solo al firmar del acta, sino decretando el aumento de tarifas a 2,50”. “Es irresponsable”, dijo refiriéndose al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, a quien también le pidió que “aporte a la grandeza del país”.

Defensa PRO

“Nuestro proyecto es superador”, afirmó el macrista Pablo Tonelli para defender el dictamen del PRO. Señaló que la propuesta del gobierno nacional es “inconstitucional” y justificó la decisión de Macri de desentenderse del acta que firmó para el traspaso del subte con el argumento de que el gobierno nacional “incumplió” el acuerdo con la quita de subsidios a pocos días de firmado el acuerdo y con “el retiro de la Policía Federal de los subtes, violando la ley orgánica de la Ciudad”.

Sin embargo, Tonelli habló luego de un “traspaso insuficiente” y reclamó que “hay muchos otros servicios que deberían ser transferidos”. Una lista en la que incluyó el puerto, algunos fueros de la Justicia nacional y el control del juego. Aunque insistió que todos ellos deben hacerse con “la reasignación de recursos que prevé el artículo 75 de la Constitución Nacional” y ratificó que debe realizarse también con “la aprobación de la Legislatura” de la Ciudad.

A su turno, el radicalismo justificó la constitucionalidad del debate en el Congreso. “Nos sentimos absolutamente competentes para tratar el tema en cuestión”, sostuvo el cordobés Mario Negri y fundamentó su apoyo al traspaso de los subtes a la órbita porteña en que es completar el proceso de “autonomía de la Ciudad”. El radical porteño Manuel Garrido se encargó de describir las disidencias de la UCR. Cuestionó el traspaso sin subsidios de las 33 líneas de colectivos cuyos recorridos empiezan y culminan en territorio de la Ciudad y propuso la puesta en marcha de manera tripartita –Nación y Ciudad y provincia de Buenos Aires– del Ente Coordinador del Transporte Metropolitano (Ecotam), para lo cual pidió la eliminación de su artículo constitutivo que incluye a los 24 intendentes del conurbano.

Los legisladores del oficialismo se encolumnaron detrás de las críticas a la gestión macrista que encabezó el ex viceministro de Economía Roberto Feletti. “Este gobierno ha hecho notables esfuerzos, a diferencia de lo que cree la derecha liberal, para corregir las inequidades de las fuerzas del mercado”, dijo Feletti para responder críticas opositoras y antes de referirse al traspaso de los subtes: “Es bastante poco sustentable que el Gobierno de la Ciudad no acepte administrar los subtes. ¿O alguien que quiere ser presidente no puede administrar seis líneas de subte?”, ironizó.

Dispersión opositora

El debate demandó casi nueve horas, con decenas de oradores. El grueso del Peronismo Federal se encolumnó con el macrismo detrás del rechazo al dictamen de mayoría por “inconstitucional”. El ex cobista mendocino Enrique Thomas embistió contra “el Gobierno que nos quiere llevar al paraíso pero a las patadas”, insistió en que “el Congreso no tiene nada que ver con este tema” y propuso la judicialización del conflicto: “Vayan a la Corte Suprema y pidan un sistema de arbitraje”.

“No termino de entender qué tratamos y para qué lo tratamos”, arrancó Alfonso Prat Gay para fundamentar el rechazo al proyecto oficial. “El tema de fondo es tan banal y vil como la plata”, sostuvo el ex presidente del Banco Central, para concluir que el gobierno nacional “le tiró los subtes por la cabeza a la Ciudad cuando se quedó sin financiamiento” y que “cuando Macri se dio cuenta de que no le alcanzaba la plata no los quiso”.

El socialista Roy Cortina justificó su propio dictamen de rechazo al proyecto oficial y de reclamo del traspaso del transporte con recursos en su condición de legislador porteño. No consiguió el aval de sus compañeros de partido, pero sí del GEN, el juecismo cordobés y Victoria Donda, de Libres del Sur. En definitiva, el FAP se dividió a la hora de votar.

El resto de los socialistas y la Unidad Popular lo hicieron por la abstención, apoyando el dictamen de Claudio Lozano. “El gobierno nacional se acordó del federalismo cuando se le acabaron los recursos, pero tampoco podemos soslayar el comportamiento irresponsable y oportunista de Macri”, sostuvo Lozano, quien criticó a ambos gobiernos por dejar “la absoluta impunidad para el concesionario, sin revisar la concesión de un contrato leonino, donde todas las inversiones quedan a cargo del Estado”.

En el cierre, el jefe de los diputados de PRO, Federico Pinedo, cargó contra el gobierno nacional y le dedicó al radicalismo una frase de Leandro N. Alem sobre la defensa del federalismo por su voto favorable al traspaso. En el macrismo sostenían que la postura de la UCR era una respuesta a Macri por la seducción que el jefe de Gobierno ejerce sobre algunos intendentes radicales para que se sumen a sus filas.

Para la UCR la votación tampoco fue gratis. Tres de sus diputados –Lucio Azpiazu, Daniel Kroneberger y Enrique Vaquié– no acataron la decisión del bloque y se encolumnaron con el macrismo. Al terminar la sesión, varios diputados acusaron al jefe del bloque, Ricardo Gil Lavedra, de ser demasiado permisivo con los díscolos, aunque también le apuntaron a Oscar Aguad, uno de los radicales más cercanos a Macri.

El cierre del debate fue para el jefe de la bancada K. Agustín Rossi defendió la postura del Gobierno, cuestionó a “muchos diputados que impugnaron la actuación del Congreso en este tema” y a los que “implícitamente sugirieron que el camino que tiene que seguir el jefe de Gobierno es el judicial hasta llegar a la Corte. “Sería una equivocación –continuó–, Macri debe respetar la ley y el acta que firmó.”

Pero Rossi también devolvió las chicanas del macrismo. “Están orgullosos de su propia policía, ojalá también lo estén de su sistema de transporte. Aunque sería importante que no pongan a Ciro James o Palacios para administrarlos, porque le puede provocar algún dolor de cabeza. Le pido al jefe de Gobierno que se haga cargo”, concluyó Rossi.