EL PAíS
› LOS CANDIDATOS, EN BUSCA DEL VOTO DE LA EX CLASE MEDIA BAJA
Todos pelean por los nuevos pobres
Los pobres más pobres, los indigentes, votan mayoritariamente por Menem, dicen los encuestadores, aunque allí talla Rodríguez Saá. Subiendo en ingresos, Kirchner se disputa el voto de los que cayeron en la pobreza en los últimos años. Carrió también trata de llegar a ese sector, o por lo menos a la franja más definidamente progresista. A cuatro días del cierre de campaña nada está definido.
› Por Martín Granovsky
Faltan solo cuatro días de campaña. Hoy, mañana, el miércoles y el jueves. El viernes ya es tiempo de veda: nada de propaganda, adiós a los actos, silencio de tele. En cuatro días los candidatos a Presidente tienen la difícil tarea de destrabar el pelotón que marcha en punta sin que la aritmética termine derrotando a la política. Los electores más pobres son un gran escenario de pelea. Los progres, otro menor. Pero esta vez cada centésimo cuenta.
¿Los más postergados de la sociedad tienen el mismo comportamiento electoral? El consultor Artemio López dice que no, e incluso sugiere dividir a los sumergidos. “Los hogares pobres son los que reciben un ingreso mensual por grupo familiar de 800 pesos, pero dentro de ese sector están los indigentes, donde el ingreso es como máximo de 380 pesos para cuatro personas”, dijo a Página/12. “Y hay una conducta política distinta entre unos y otros.” Los pobres son, en todo el país, 21 millones de personas. Los indigentes, nueve millones de esos 21. El 70 por ciento está en edad y condiciones de votar: 14 millones.
López no duda. Entre los indigentes el 80 por ciento votará a Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá. El resto, mayoritariamente se inclinará por Néstor Kirchner. La primacía de Menem en ese sector se debe, según López, a la tradición familiar justicialista, a la primera etapa menemista de estabilidad de precios y al descontento por el gobierno de la Alianza y por la devaluación. “Los alimentos son el 80 por ciento del consumo de una familia de escasos recursos, y los alimentos son el rubro que más subió en los últimos años”, dijo López.
El consultor Hugo Haime opinó que las elecciones se definen en estos días, cuando el final de Semana Santa, anoche, haya marcado la entrada en la etapa final y produzca algún nivel mayor de interés sobre todo en los sectores bajos. “El 50 por ciento de los votantes más humildes dice estar desinteresado”, reveló Haime, quien coincidió en que a mayor nivel de indigencia mayor voto a Menem y también en que allí compite Rodríguez Saá.
Una característica de los que dicen votar al puntano es que sus electores son los que aseguran que están menos inquietos por las elecciones del domingo. El otro rasgo es su nivel errático. Los encuestadores se asombran de que un día Rodríguez Saá es fuerte en un distrito y al día siguiente es fuerte en el distrito de al lado y desapareció del anterior, quizás porque la influencia tiene relación con las apariciones televisivas.
Dentro de los pobres que escaparon a la indigencia, el sector más dinámico es el de los nuevos pobres, los que cayeron desde la clase media o la clase media baja. En ese sector es donde aumenta el gobernador de Santa Cruz y tallan Elisa Carrió y, en menor medida, López Murphy.
“Igual, hay que tener cuidado con transformar a los nuevos pobres en un sector homogéneo”, dijo López. “En este país los ahorristas cantan el himno mientras piden dólares, y lo dicen en serio, sin mentir, creyendo que no hay mayor justicia que ésa. O todos demuestran un sentimiento antinorteamericano con la guerra de Irak y al mismo tiempo revelan valores culturales de un patrón afín al norteamericano.”
La consultora Analía del Franco prefirió hablar de un sector bajo estructurado (más viejo), el que en la jerga técnica aparece como D1 o D2. Acordó con que el 70 por ciento votará al peronismo. ¿Hay un votante desocupado típico? “Es obvio que votan más al peronismo, porque hay muchos desocupados y la mayoría es votante peronista, pero hay espacio para Kirchner y Carrió”, dijo Del Franco. “No nos olvidemos de que si los pobres son nuevos todavía tienen una cabeza, una manera de pensar la política, parecida a la de los sectores medios: no se quieren desligar de sus apetencias culturales, de sus aspiraciones. Por eso Kirchner crece entre los que ocupan la capa superior de los sectores populares. La ventaja para él es que se trata de un candidato muy parejo en la atracción que despierta por edad, por nivel económico y por distribución territorial. De todo un poco.” Ese de todo un poco es el típico de los “catch all candidates”, los candidatos que toman un poco de cada sector y pueden aspirar a representarlos.
La esperanza de Kirchner, dentro del peronismo, y del peronismo hacia fuera, parece ser la sustitución de Carlos Reutemann como figura “catch all”. Ninguno de los consultados aceptó compararlos, pero un dato es que Kirchner comenzó a crecer cuando Reutemann declinó su candidatura. De todos modos, la consultora Graciela Römer recordó que Reutemann ganaba “por ocupar una gran categoría vacía que permitía al electorado proyectar lo que quería cada uno”.
¿Cuál es el matiz de diferencia entre Menem y Rodríguez Saá? “A Menem lo votan mirando muy al pasado”, dijo Del Franco. “En la intención de voto a Rodríguez Saá pesa más el pensamiento mágico.”
¿Y Carrió? “Es una candidata de nicho, y representa cada vez más a los más nítidamente definidos como progresistas”, comentó la consultora. Una ubicación que la propia candidata del ARI trata de esquivar, o confirmar, ignorando a Kirchner (que a su vez la ignora), cargando contra Menem y Rodríguez Saá, de quien dice que no puede ser presidente quien no es capaz de presentar la declaración jurada, y diferenciándose en lo programático de López Murphy para marcar con nitidez el voto.
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