Unas doscientas personas, en su mayoría mujeres, se apretujaron en el salón de la Sociedad de Fomento Villa Núñez, de la localidad bonaerense de Sarandí, a la espera de la llegada de Elisa Carrió. La candidata del ARI no descuidó ese detalle y su mensaje estuvo dirigido casi exclusivamente a este sector: “Les digo a las mujeres, militen, convenzan a sus maridos para que nadie se ensucie las manos al votar delincuentes. Yo les digo, si (Carlos) Menem es elegido, los que lo votaron se convertirán en cómplices”, arengó antes de asegurarles que el resultado del domingo será sorprendente y que ella estará en la segunda vuelta.
Las giras por el interior del país han concluido para Carrió. Esta última semana la dedicará a reforzar su candidatura en el conurbano bonaerense y esa fue la razón que la llevó a trasladarse a Sarandí. Buena parte de las mujeres que participaron del encuentro de ayer, llevan casi a diario a sus hijos a este comedor y como tal, esperaron a la candidata con una buena provisión de tortas fritas y mate.
Carrió jura que las mujeres son el sector que con mayor fuerza se inclina por su candidatura y en los últimos días hacia ellas ha dirigido su discurso. Ayer, por caso, respondió una a una las preguntas que le hicieron sobre cómo planea revertir la desnutrición infantil, la deserción escolar y el trabajo infantil. La candidata insistió con su plan de ingreso ciudadano universal para la niñez y el fomento de unidades de producción local como herramienta para generar cooperativas y así garantizar el despegue económico.
Entre mate y mate y mientras unos chicos competían por quedarse con la mayor cantidad de volantes del ARI, Carrió no se olvidó de los comicios del domingo. Aseguró que hay un 40 por ciento de indecisos y muchos de éstos terminarán dándole el voto. “Esto es así porque la gente sabe quiénes son cada uno de los candidatos. Saben cuál es delincuente, cuál de ellos hace hincapié en su honestidad pero apoyó el modelo que impuso Menem. La gente sabe.”
La chaqueña se mostró tranquila, sonriente y sólo se puso seria a la hora de desestimar cualquier referencia a los sondeos de opinión que se publican en los medios de prensa. “Quédense tranquilos, ya se terminan las operaciones que lo único que buscan es infundir miedo para que la gente no se anime a cambiar y triunfen las mafias”, indicó mientras miraba a las mujeres que asentían ante cada afirmación y aplaudían las frases más fuertes de Carrió.
Convencida que su apelación a perder el miedo a cambiar la favorecerá en los comicios, la chaqueña aseguró ayer que “sólo el miedo puede llevarnos a traicionar nuestras conciencias. Y esto lo sabe el poder que desde julio, cuando la masacre de Avellaneda, ha comenzado a meter sistemáticamente miedo en la población. Pero les digo una cosa, no lo han logrado porque ninguno de los candidatos pudo superar los 15 por ciento de intención de votos”.
Para Carrió hay distintas razones del estancamiento de los cinco candidatos con posibilidades de llegar al ballottage. “Néstor Kirchner se ha transformado en un hombre del Presidente y en el conurbano todo el mundo sabe quién es (Eduardo) Duhalde y qué hizo con la provincia de Buenos Aires”, dijo antes de asegurar que “de Menem todos saben que es el jefe de la mafia”. A Ricardo López Murphy lo comparó primero con quien fuera el fracasado candidato de la derechista Nueva Fuerza en los setenta, Julio Chamizo, para luego decir que “se hace llamar honesto pero avaló el plan económico de Menem y de Cavallo”. Carrió no evitó decir porque su figura no crece en intención de votos: “Porque soy mujer, pero también porque el poder sabe que no tranzo con ellos y saben que si soy gobierno los que caerán en pocos meses serán ellos”.