EL PAíS
Dirigentes ibarristas anunciaron su respaldo a Néstor Kirchner
Si bien Aníbal Ibarra no se ha definido con respecto a las presidenciales, varios miembros de su gabinete y de la dirección del Frente Grande porteño anunciaron que apoyan al santacruceño.
› Por Santiago Rodríguez
El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, sigue sin definirse por un candidato presidencial, aunque deja que sí lo hagan sus colaboradores, y así continúa tendiendo puentes con los posibles sucesores de Eduardo Duhalde, que considera dentro del espacio progresista. De hecho, varios miembros de su gabinete e importantes dirigentes del Frente Grande se reunieron ayer con el santacruceño Néstor Kirchner y expresaron públicamente el apoyo a su candidatura. “Hay distintos candidatos del espacio nacional, popular y progresista, pero para nosotros es importante que uno de ellos sin ninguna duda esté en segunda vuelta y sea el presidente de los argentinos, frente a las ofertas menemistas o sucedáneas del menemismo, como (Ricardo) López Murphy”, explicó el secretario de Descentralización de la ciudad, Ariel Schifrin.
“En las próximas elecciones se juegan dos proyectos de país: el de la concentración económica y el hambre y el de la producción y el trabajo genuino para la gente”, destacó Kirchner, en una conferencia de prensa que ofreció junto a Schifrin y el resto de los dirigentes del Frente Grande porteño que le transmitieron su apoyo. En la misma línea, sostuvo que el próximo domingo es necesario “ser muy responsables porque en la Argentina se están poniendo a consideración de la ciudadanía dos modelos: el de la concentración económica, de la especulación financiera, de corrupción y de hambre, frente al proyecto nacional progresista, popular y racional, donde queremos volver a sentar las bases de un nuevo país con crecimiento, producción y trabajo digno”.
De la reunión con Kirchner participaron, además de Schifrin, el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Hecker; el presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti; el titular de Ausa, Héctor Rossi; el director general de Asuntos Políticos y Legislativos, Juan Manuel Abal Medina, y la legisladora Sandra Dosch. Si bien varios de ellos ocupan cargos de trascendencia dentro del Frente Grande porteño –Schifrin es vicepresidente y Abal Medina, secretario general–, todos y cada uno dejaron en claro que “este no es un apoyo formal del partido, sino de un importante grupo de sus dirigentes”.
La aclaración tuvo por finalidad preservar a Ibarra, quien ocupa el cargo de presidente del Frente Grande tanto en el distrito como en el orden nacional y desde ese lugar dejó a los afiliados en libertad de acción. El jefe de Gobierno optó por no involucrarse en las presidenciales para facilitar la articulación del espacio progresista detrás de su candidatura. Además, una de las condiciones que en forma tácita puso Elisa Carrió para sumar al ARI a la coalición de centroizquierda que Ibarra armó para enfrentar al empresario Mauricio Macri fue que si no quería no se pronunciara por su candidatura pero que tampoco lo hiciera a favor de la de Kirchner.
“Aníbal no tiene nada que ver con esto. De hecho, Carrió es la candidata con la que más habla de política en estos días”, aclaró a Página/12 uno de sus allegados. Aun así, Ibarra estaba al tanto del apoyo que Kirchner finalmente recibió de parte de hombres de su propia gestión y su propio partido. El domingo a la noche los principales candidatos de las listas de diputados nacionales y locales de la Fuerza Porteña se juntaron a brindar en la casa del jefe de Gobierno y allí se planteó informalmente el tema de a quién votaría cada uno. Schifrin y Hecker anunciaron su apoyo a Kirchner, del mismo modo que su compañero de fórmula, Daniel Filmus, en tanto que los socialistas Norberto La Porta y Raúl Puy ratificaron su respaldo a Alfredo Bravo. Ibarra se mantuvo firme en no revelar su voto, cosa que el economista de la CTA Claudio Lozano aprovechó para zafar su respuesta: “Voy a anunciarlo después de que lo haga Aníbal”, bromeó.
El de los dirigentes del Frente Grande porteño no fue el único apoyo que Kirchner recibió en el último tramo de su campaña: también lo respaldaron dirigentes del peronismo de Río Negro, encabezados por el ex diputado y candidato a gobernador Carlos Soria, quien aseguró que el santacruceño “está ganando las elecciones cómodamente” en esa provincia.