De acuerdo con lo establecido por la Ley de Etica Pública, Cristina Fernández de Kirchner presentó el viernes pasado ante la oficina de Recursos Humanos de la Presidencia de la Nación su declaración jurada de bienes correspondiente al año 2011. Según trascendió ayer, CFK incluyó la pesificación de un depósito bancario de tres millones de dólares y la herencia de unos 31,5 millones de pesos por el fallecimiento de Néstor Kirchner.

La presentación de la Presidenta está en manos de la Oficina Anticorrupción, encargada de recopilar y analizar el patrimonio de los funcionarios públicos nacionales durante su gestión.

En la documentación, CFK incluyó –como se había comprometido en plena discusión por las restricciones a la compra de moneda extranjera– la pesificación de un depósito bancario que figuraba en su anterior declaración jurada de 2010 y que acompañó con el comprobante de la venta de esos tres millones de dólares.

Quizá la novedad más importante en la declaración jurada sea la incorporación al patrimonio personal de la primera mandataria de alrededor de 31,5 millones de pesos, producto de la herencia que determinó la sucesión judicial tras la muerte de su esposo, Néstor Kirchner. Además de los bienes muebles declarados, la Presidenta sumó a su patrimonio otros cuatro millones de pesos, producto del alquiler de varias propiedades a lo largo de 2011.