El juez federal Ariel Lijo consideró que el homicidio del ex jefe de la CGT José Ignacio Rucci, perpetrado en septiembre de 1973, no es delito de lesa humanidad y por lo tanto no es imprescriptible. El magistrado afirmó que ni “la naturaleza aberrante del hecho, ni la repercusión social y el inconmensurable daño ocasionado bastan para transformar en un crimen de lesa humanidad el asesinato perpetrado hace cuatro décadas”, y ordenó el archivo de la causa. La misma se había reabierto a pedido de los hijos del sindicalista metalúrgico, la diputada nacional Claudia Rucci y el dirigente político Aníbal Rucci, para que el asesinato sea considerado jurídicamente como de lesa humanidad.